El agua y la economía de la región

(Por Leyla Saavedra Larrondo, Profesora, Diplomada en Medio Ambiente, Gestión Comunal y Gestión de Riesgos y Emergencia) Cada día pensamos y pensamos sobre qué será de nuestras futuras generaciones, y de nosotros mismos, en el contexto del desarrollo económico de la Región de Coquimbo. 

Si bien es cierto, nuestras provincias, como Elqui, Limarí y Choapa, cuentan con un clima árido y Mediterráneo, ya se está lejos de haber visto una panorámica, como en los años ’70, de cerros sembrados de trigo, cebada, lentejas y otros cereales. No se debe olvidar que la provincia del Choapa fue productora de aquellos cereales en alto nivel. Hoy su agricultura está centrada en la fruticultura y algunas zonas proveen de hortalizas a la misma Región y otras son enviadas al Norte del país, y la de mejor calidad llega a la Región Metropolitana.

Pero la agricultura para ser un pilar de desarrollo alimenticio requiere de una estabilidad en la reserva de agua y ese flagelo es planetario, no hay ningún país al que le sobre agua, Hoy las campañas gubernamentales apuntan a cuidarla como un bien muy preciado. La Región de Coquimbo cuenta por cierto con embalses los que fueron planificados de forma oportuna y los cuales permiten hoy cierta relajación respecto al cómo administrar sus amplios regadíos. Hay agua, pero es un bien escaso y parte de una cadena totalmente tecnologizada al momento de distribuirla en los regadíos por medios de canales que recorren kilómetros de cerros áridos.

Sin embargo, hoy existe otra alternativa económica en la Región y la que en los últimos años ha significado un desarrollo humano y social como es la minería en gran escala. Eso significa que existe un movimiento portuario para trasladar grandes cantidades de concentrado de cobre y otros derivados de éste desde el balneario de Los Vilos.

En consecuencia, existe la preocupación y la pregunta constante y de la cual todos hablan estos días en la Región, en las universidades, ONGs, gremios, sindicatos y vecinos: ¿Hay agua para seguir impulsando propuestas e iniciativas para la gestión económica en la minería propiamente tal, en la Región y sus provincias? La respuesta ante esto se dio hace pocos días cuando el Ministerio de Medio Ambiente dio el visto bueno a la aprobación unánime ―en la Comisión Evaluación Ambiental (CEA) y luego de ser corregidas por parte de la gran empresa las observaciones que producirían un alto impacto ambiental― a la tremenda inversión de la Minera Los Pelambres, la que incluso se podrá ampliar y proyectar por medio de una Planta de Desalinización de osmosis inversa, con una capacidad de 400 l/s de agua, la que por su consecuencia reforzará su capacidad de molienda de mineral.

Esta reactivación de alta producción y movimiento económico a la provincia permitirá otorgar un empuje a las actividades llamadas sustentables por sobre los recursos naturales escasos, porque estaría asegurada la producción agrícola de la zona y sin obstáculos respecto al cómo conseguir ese vital elemento: el agua. Si bien los embalses y reservas en cuencas no se verán afectados por la sobreexplotación, sí se puede innovar y aprovechar de forestar todos los cerros de la zona con respaldo a aquellas plantas que harían un aporte para disminuir el CO2 (dióxido de carbono). De esa forma la Minera Los Pelambres podría hacer su apuesta mitigando la huella de carbono, comprando bonos que le permitan en un futuro no muy lejano contar con muchas hectáreas de bosques nativos en la zona, como el quillay e incluso el álamo dado su clima mediterráneo. Solo así se podría realizar un aporte significativo para recuperar más agua y un mejor hábitat para la población de la provincia del Choapa.