En una muestra sin precedentes de unidad y resistencia, decenas de miles de argentinos inundaron las calles este domingo en rechazo a los intentos del presidente Javier Milei de cuestionar el consenso histórico sobre los crímenes de la dictadura argentina. Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, han generado controversia al negar la existencia de un plan sistemático de exterminio durante la dictadura y al equiparar el terrorismo de Estado con la violencia guerrillera. (Foto Juan Ignacio Roncoroni (EFE)
La manifestación, convocada en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, reunió a una amplia gama de ciudadanos, desde activistas de derechos humanos hasta militantes peronistas, todos bajo la consigna de “Nunca Más”. Banderas, pancartas y camisetas con el icónico pañuelo blanco de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo llenaron las calles, recordando el compromiso argentino de no olvidar los horrores del pasado.
La marcha fue descrita como “diferente” por muchos participantes, quienes expresaron su sorpresa y preocupación por los discursos que justifican la violencia del pasado. “Pensé que ya habíamos superado esto como sociedad”, compartió Cecilia Martorell, reflejando el sentimiento general de incredulidad ante las declaraciones del gobierno.
El contexto histórico de la dictadura, marcado por secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones forzadas, ha sido ampliamente documentado y condenado por todos los gobiernos democráticos anteriores. Sin embargo, la administración de Milei ha desafiado esta narrativa establecida, generando una profunda división en la sociedad argentina.
El clima de tensión se ha agravado en los días previos al aniversario del golpe militar, con incidentes que incluyen agresiones a defensores de derechos humanos y ataques cibernéticos a instituciones comprometidas con la memoria histórica. La presión sobre los organismos de derechos humanos ha aumentado, con denuncias de desfinanciamiento y falta de apoyo gubernamental.
El llamado del presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, a una ley contra el negacionismo refleja la urgencia de proteger la memoria colectiva y garantizar la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias.
En medio de esta polarización y confrontación, la sociedad argentina continúa enfrentando los desafíos del presente mientras busca reconciliarse con su pasado. La masiva movilización de este domingo envió un mensaje claro al gobierno de Milei: la memoria y la verdad son pilares irrenunciables de la democracia argentina.