Este año se lanzó el nuevo currículum para el ramo de religión católica en las escuelas y colegios de Chile. El decreto, que permite aplicar este currículum, fue publicado el 29 de mayo de este año en el Diario Oficial. Es así como cientos de profesores en el país se han podido informar del currículum nuevo, el cual también está disponible de manera íntegra en la web de la Vicaría para la Educación de la Iglesia Católica.
Sin embargo, este cambio curricular implica nuevas capacitaciones para los profesores de religión, las que, en general, se realizan en las distintas universidades católicas repartidas por el territorio nacional.
La medida afecta a todos los establecimientos, ya sean públicos, subvencionados o privados, pues es una obligación legal para todos ellos dictar el ramo (no así cursarlo, por parte de los alumnos).
Para los profesores de religión de la Región de Coquimbo esto ha sido un balde de agua fría, debido a que en una reunión el 16 de marzo con la Vicaría para la Educación de La Serena, dependiente del Arzobispado de La Serena (que abarca dos provincias de la región), se les informó que la capacitación sobre el nuevo currículum tendría un costo de 300 mil pesos por profesor.
La carta de los profesores serenenses
Ante esta decisión, un grupo de docentes de esta asignatura hizo llegar al vicario de Educación de la ciudad, Alejandro Silva, su desacuerdo en una misiva.
En la carta, además, se afirma que la arquediócesis de La Serena,- de la cual depende la Vicaría para la Educación de la región-, afirmó que se reservará el derecho a renovar el permiso para dar clases de religión a los profesores que no tomen esta capacitación. En otras palabras, los profesores dicen que se les ha dicho que si no pagan el curso, ponen en riesgo continuar con sus actividades.
“Como conjunto de colegas y ex alumnos egresados de la universidad, donde tenemos un reparo, sobre todo con el carácter de obligatoriedad y vinculación que tiene este curso para poder ejercer como profesor de religión”, dice la misiva, dirigida al vicario Silva, con fecha 20 de marzo.
“Consideramos valiosa la oportunidad que nos está entregando la Vicaría para capacitarnos, no obstante consideramos que no debería ser vinculante para la autorización de profesores de religión y menos tener un costo de trescientos mil pesos”, consigna más adelante la carta.
Los docentes hacen referencia a que el pago de esta capacitación está vinculado a la “acreditación o certificado de idoneidad”, que es una carta que entrega cada diócesis que da cuenta del adecuado conocimiento de la religión católica que tiene un profesor, además de que se entrega tras haberse revisado antecedentes del docente y de que éste haya realizado una capacitación de prevención de abusos sexuales y protección a menores.
Dicho certificado es obligatorio para que el profesor pueda ejercer como educador del ramo de religión. Por lo que lo que da a entender la misiva, es que la Vicaría para la Educación de La Serena juega con la idea de no renovar este certificado si los docentes no realizan la capacitación curricular de 300 mil pesos.
Dicha carta fue firmada por 38 profesores, aunque son alrededor de un centenar los educadores que podrían verse afectados por la decisión en toda la Región de Coquimbo.
“Sugerimos considerar un carácter optativo para esta capacitación y buscar mecanismos de pagos subvencionados entre las autoridades educativas, sostenedores, corporaciones y municipalidad para su realización. O en su defecto, considerar el trabajo anual que se ha realizado años anteriores entre los profesores de religión y Vicaria en virtud de analizar los nuevos planes y programas de forma gratuita y sistemática. También solicitamos revisar ante cualquier cobro o presupuesto los distintos escenarios donde trabajamos los docentes, tanto de colegios particulares pagados, particulares subvencionados y públicos, ya que son muy diversos en su aspecto económico y en el acceso a ciertas oportunidades”, solicitaron los profesores.
Ya el 12 de junio de este año, una carta de una estudiante de pedagogía había sido publicada en el medio El Ilustrado, denunciando el cobro de esta capacitación.
Contactados por INTERFERENCIA, los docentes que firmaron la carta confirmaron la veracidad de la misiva y que ésta fue enviada al vicario Silva, sin embargo, declinaron dar declaraciones, ya que esperan llegar pronto a algún tipo de acuerdo sobre el pago de estas capacitaciones.