En una emotiva ceremonia, el Bote de Salvavidas de Los Vilos conmemoró tres décadas de compromiso inquebrantable con la seguridad marítima y el rescate acuático. Fundada el 03 de diciembre de 1993, por pescadores artesanales de Caleta San Pedro, esta institución ha desempeñado un papel crucial en la protección de la vida en el litoral.
La ceremonia, que contó con la presencia de autoridades locales, destacó el legado de los voluntarios y voluntarias que han dedicado su tiempo y esfuerzo al servicio de la comunidad. Beatriz Bravo Delgado, brigadista y nieta del cofundador Juan Delgado Tapia, compartió la historia inspiradora del nacimiento del Bote de Salvavidas.
“Todo comenzó con un grupo de valientes pescadores que decidieron hacer un cambio después de perder a compañeros en el mar. Así nació el Bote de Salvavidas, con un bote de madera llamado Isabela. Hoy, a treinta años de su inicio, la institución ha crecido y se ha fortalecido, con una brigada juvenil lista para continuar el legado”, explicó Bravo Delgado.
Felix Cruz, actual presidente del Bote de Salvavidas de Los Vilos, expresó su asombro por el camino recorrido. “Jamás pensamos que duraríamos tanto ni que conoceríamos a nuestros hermanos de Valparaíso. Ahora, con un grupo de voluntarios adultos y una vibrante brigada juvenil, estamos preparados para enfrentar las temporadas estivales y seguir salvaguardando vidas”.
Enrique Villarroel Carvajal, recién integrado a la brigada juvenil como nadador de rescate y monitor, subrayó la importancia de la disciplina y el compromiso que representa ser parte del equipo. “La brigada y el Bote de Salvavidas significan mucho para mí. Es un espacio donde se genera disciplina, donde los jóvenes se esfuerzan por perfeccionar habilidades y superar temores. Los muchachos perfectamente podrían estar jugando videojuegos o haciendo alguna otra actividad que no le sume tanto a sus vidas, sin embargo, tienen la disciplina de asistir cada sábado a los entrenamientos. Queremos instruir a más jóvenes en el arte del salvamento y rescate acuático”, afirmó Villarroel Carvajal.
Con la vista puesta en el futuro, Omar Hormazabal, Primer Piloto del Bote de Salvavidas e instructor de la Brigada Juvenil, compartió las proyecciones del equipo. “Reconocemos una necesidad en Pichidangui, donde los últimos cinco fallecidos por inmersión han ocurrido. Gracias al aporte de la empresa privada y nuestros voluntarios, estamos reparando una embarcación adicional. Antes de diciembre, esperamos tener una nueva embarcación operativa, sumando así cuatro embarcaciones a nuestro arsenal, donde esperamos que una de ellas se pueda derivar los fines de semana y temporadas críticas a la localidad de Pichidangui, para cubrir esa necesidad”.
El presidente de la Junta Nacional del Bote de Salvavidas, Camilo Cabrera, felicitó a Los Vilos por sus 30 años de servicio y destacó el significativo voluntariado de los jóvenes. “Mantener instituciones de voluntariado por tantos años no es fácil. Los Vilos son pioneros en este tipo de entidades y deben sentirse orgullosos. El trabajo de la Junta Nacional es ojalá en la próxima década, tener entre quince a veinte entidades, a través de Chile, que se denomines Botes de Salvavidas. Por último, invitamos a todos los interesados a unirse al Bote de Salvavidas, ayudar a los demás y explorar diferentes disciplinas”.
Este aniversario no solo es un logro local sino nacional, marcando la historia del Bote de Salvavidas de Los Vilos como un faro de compromiso y valentía en la seguridad marítima de Chile.