Chile lidera la lista de países latinoamericanos más afectados económicamente por la sequía

Un reciente estudio ha proyectado los efectos económicos que los países de Latinoamérica podrían enfrentar debido al cambio climático. Los resultados destacan que Argentina, Chile y Brasil serán los más perjudicados, aunque por diferentes razones: Argentina por inundaciones, Chile por la sequía y Brasil por olas de calor.

La investigación, llevada a cabo por Allianz Trade, accionista de Solunion Chile, evaluó el impacto del cambio climático en la región, centrándose en fenómenos como sequías, inundaciones y olas de calor.

El cambio climático no solo impacta los ecosistemas naturales, sino también la disponibilidad de recursos hídricos y agrícolas, lo que repercute directamente en la seguridad alimentaria y en la economía de los países.

“Las condiciones climáticas adversas, como el Fenómeno del Niño y las sequías, afectan particularmente a sectores clave en Chile, como el frutícola y el agroquímico, con consecuencias en la producción, el abastecimiento y la estabilidad de precios,” explicó David García, director de riesgos y siniestros de Solunion Chile.

Las proyecciones indican que para el 2050, Latinoamérica podría sufrir pérdidas económicas equivalentes al 11% de su Producto Interno Bruto (PIB). En particular, se estima que Argentina podría enfrentar daños por inundaciones equivalentes al 2,1% del PIB, Chile por sequías con un impacto del 7,4% del PIB, y Brasil por olas de calor que reducirían la productividad en un 6%.

El estudio subraya que los impactos socioeconómicos del cambio climático no son equitativos, afectando más gravemente a las poblaciones vulnerables con menos recursos.

Para mitigar estos riesgos, García sugiere que Chile debe adoptar medidas adicionales, como invertir en tecnologías de desalinización y reutilización de agua, reforzar la prevención de incendios forestales, promover la diversificación económica y fortalecer la resiliencia de la infraestructura y las comunidades costeras.

Según García, estas iniciativas no solo son esenciales para mitigar los riesgos económicos y sociales asociados al cambio climático, sino que también pueden contribuir a un desarrollo más sostenible y próspero para el país.