China ha enviado sus aviones de combate J-10 y J-11 al estrecho de Taiwán, en medio de la controvertida visita del secretario de Salud de EE.UU. a la isla.
Los cazas chinos han cruzado este lunes la línea media del estrecho de Taiwán, que separa China de la isla, y han incursionado, aunque brevemente, en el espacio aéreo de Taiwán, informan los medios de comunicación locales.
Inmediatamente, varios aviones de combate de la Fuerza Aérea de Taiwán han cubierto el cielo de la isla, por lo que los cazas chinos han procedido a dar marcha atrás.
En un comunicado emitido este mismo lunes, la Fuerza Aérea de Taiwán denuncia que “la intrusión deliberada” de los aviones chinos en el estrecho de Taiwán “han socavado seriamente la seguridad y la estabilidad de la región”, y advierte de que está dispuesta a “responder adecuadamente a los cambios en la disposición del enemigo para mantener la seguridad de la patria”.
El suceso se produce un día después de que el secretario de Salud de EE.UU., Alex Azar, haya arribado en Taiwán para una visita sin precedente en más de cuatro décadas, que, no obstante, fue muy criticada por China.
El responsable estadounidense ha sido recibido en Taipéi, capital taiwanesa, por la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, a quien le ha entregado el “mensaje de amistad y firme apoyo a Taiwán” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
China, que considera a Taiwán una provincia rebelde, describió el pasado jueves, la visita de Azar como una amenaza a la “paz y la estabilidad”, y alertó que tomaría represalias contundentes en respuesta a estos comportamientos provocativos de Washington.
La Cancillería china aseguró también que Pekín se opone firmemente a los intercambios oficiales entre EE.UU. y Taiwán, para luego urgir a la Casa Blanca a abstenerse de enviar señales incorrectas a las fuerzas independentistas taiwanesas.
El gigante asiático repudia cualquier actividad separatista en la isla y no descarta usar la fuerza para reunificar Taiwán.
ftm/ctl/rba/mkh