Gracias a la emisión de un haz de luz convergente de fotones X de alta energía, el innovador dispositivo, denominado CONVERAY, logrará disminuir los tiempos de aplicación en comparación a las radioterapias tradicionales, lo que reduce los costos del tratamiento. Además, en su aplicación mitigará los daños colaterales en órganos y zonas aledañas al tumor.
Fueron 10 años de investigaciones, en que un equipo combinado de (profesiones) lograron dar con uno de los mayores avances en materia de tratamientos para combatir el cáncer que se haya generado hasta ahora en Chile.
Se trata de CONVERAY, un dispositivo tecnológico que se instalará en los equipos de radioterapia convencional, que gracias a la emisión de un haz de rayos-X convergente permitirá disminuir los daños colaterales en órganos y zonas aledañas al tumor cuando se realizan las sesiones, así como ser menos invasivo para los pacientes y reducir el costo y tiempos del tratamiento. Sumado a ello, el dispositivo logra atacar de mejor forma la metástasis, disminuyendo en más de un 50% los tiempos de aplicación de radioterapias.
“Al aplicarse un haz convergente, la radiación llega mucho más dirigida al foco donde tiene que realizarse. Allí se concentra la energía, allí se deposita la dosis y con eso se va matando el tumor; entonces se reduce el tratamiento y hacerlo más efectivo”, indica el físico y líder del proyecto, Dr. Rodolfo Figueroa.
Además, agrega que CONVERAY se diseñó especialmente para atacar tumores pequeños y medianos. Así, cuando la radioterapia se aplica oportunamente, no solo se eliminará el tumor sino que también reducirán significativamente los efecto secundarios. También puede ser utilizado para otro tipo de patologías no cancerosas en las que se requiere del uso de radiación focalizada.
En la actualidad, esta tecnología creada en La Araucanía se prepara para ser transferida a una empresa multinacional, para que avance en las pruebas clínicas, su aceptación y su masificación posterior.
“Como Universidad de La Frontera hemos venido trabajando durante la última década para potenciar el alcance de nuestras investigaciones en el ámbito de la ciencia aplicada, de modo de generar el mayor impacto posible en la sociedad”, sostiene el vicerrector de Investigación y Postgrado de UFRO, Rodrigo Navia.
Órganos diseñados en 3D y búnker
Para lograr los prototipos de CONVERAY y fruto de la “radiación” que genera sus pruebas y avances, UFRO construyó en el campus central, ubicado en Francisco Salazar, un “Laboratorio Bunker” blindado con hormigón armado de casi 250 m2 y cuatro metros de profundidad.
Allí está albergado en un acelerador lineal de electrones (LINAC) que se utiliza para las nuevas pruebas del dispositivo y maniquís.
Además, desde 2020 se está trabajando con órganos del cuerpo elaborados con impresoras 3D, en la propia UFRO, en los cuales se realizan las pruebas de radiación ionizante, que permiten simular de forma más precisa a un paciente y así aplicar la radiación convergente de un modo más realista.
Actualmente esta tecnología posee patentes de invención en diferentes países y otras en fase de solicitud. También se han generado diversas publicaciones en revistas científicas a nivel internacional.
La investigación es financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y es apoyado por la Clínica Oncológica IRAM, centro ubicado en Santiago y que cuenta con más de 40 años de experiencia en tratamientos contra el cáncer.
Además, ha contado con el interés de otros importantes centros de investigación, como el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres (ICR), con quien se selló una alianza para que formen parte en la en la etapa de planificación de los tratamientos, cuando se comience a diseñar el uso clínico de CONVERAY.