El encuentro busca generar capacidades y conocimientos que permitan llevar un control de calidad sobre el levantamiento de datos y lograr comunicar correctamente series temporales de largo aliento enfocadas en el monitoreo del avance de la acidificación oceánica en Latinoamérica.
Científicos senior, encargados de laboratorios y químicos marinos involucrados en estudios de la química del carbono de países de América Latina, se encuentran participando del curso internacional y remoto organizado por los investigadores chilenos Dr. Cristian Vargas, codirector de la Red Latinoamericana de Acidificación del Océano (LAOCA) y académico de la Facultad de Ciencias Ambienales, del Instituto Milenio de Socio-Ecologia Costera (SECOS) y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) de la Universidad de Concepción y el Dr. Víctor Aguilera, investigador del Centro Científico CEAZA y director del Proyecto Anillo-ECLIPSE.
La instancia buscó transferir conocimientos y herramientas que permitan medir la variabilidad natural y compartir datos acerca de la química de carbonatos; conocer los principios de localización, accesibilidad, interoperabilidad y reutilización (FAIR por su sigla en inglés) para la gestión de datos científicos, así como lograr un control de calidad (QC) de los mismos; también conseguir la validación y análisis de datos para series temporales de acidificación del océano (AO), entre otros.
El curso tiene especial interés en lograr una correcta transmisión de información del avance de la acidificación oceánica, dado que esto va en línea directa con la meta número 3 del objetivo de desarrollo sostenible número 14 de la agenda de sostenibilidad de la ONU. Esto involucra el adecuado uso de una metadata globalmente consensuada, así como ejercicios de validación, todo lo cual permite que los datos suministrados mediante el uso de importantes recursos humanos y materiales, sean correctamente utilizados.
Según explica el Dr. Aguilera, la correcta información de variables asociadas a la química de los carbonatos y acidificación oceánica son un creciente desafío para los investigadores no sólo latinoamericanos sino que de otras partes del mundo como es el caso de Indonesia y sectores de África (desde donde también están participando).
“La validación de datos nos permite detectar errores en las mediciones que puedan llevar a conclusiones equivocadas, por ello la correcta información es vital para poder integrar datos colectados a escala regional y así lograr establecer patrones y tendencias más generales o globales”, advierte el especialista en oceanografía y añade que “reducir la incertidumbre acerca de datos de dudosa calidad es imperativo para lograr mejores y más precisas proyecciones, las cuales a su vez sustentan las políticas y estrategias de mitigación de los países frente al cambio en el sistema ambiental”.
Por su parte, el Dr. Vargas, señala que el encuentro busca motivar a la comunidad científica en Latinoamérica a compartir en repositorios globales la información generada desde los diferentes instrumentos de medición, ya sea en cruceros de investigación o boyas instalas por meses u años.
“Cuando los datos están disponibles, luego de ser analizados y publicados, esto permite conseguir una mirada a nivel regional, conocer por ejemplo cuáles son los cambios que están ocurriendo en la química del océano en diferentes partes de la región de Latinoamérica (en Pacífico Sur, en el Atlántico Sur, en el caribe, etc.) y cómo, a partir de esos datos, podemos responder preguntas interesantes desde el punto de vista biológico y/o químico”, asegura.
Estandarizar el registro de datos
Conseguir estándares de levantamiento de datos, mejores prácticas y lograr procedimientos de control de calidad (QC) son requisitos fundamentales para el intercambio de información y enriquecer los depósitos globales de datos oceánicos.
En el curso, los participantes están aprendiendo algunos criterios comunes utilizados en muchos países del mundo, especialmente en Europa y Estados Unidos, relacionados con el formato con el cual debiesen compartir los datos levantados, para contar con un lenguaje común que les permita entender, analizar y lograr tener una mirada a mayor escala que consiga detectar cambios en el océano.
“Si usamos un formato común es más fácil poder compartir la información generada, poder analizarla y comprender los cambios. Esto permite generar hipótesis nuevas, realizar colaboraciones con otros países y contar con bases de datos a nivel mundial. Todo ello posibilita a la vez, observar cambios que se estén detectando en alguna región específica que por ejemplo sean parte de un patrón a escala espacial mucho más grande”, asegura el Dr. Cristian Vargas.
Participación del Proyecto Anillo-ECLIPSE
El curso es coordinado por la Red Latinoamericana de Observación de la Acidificación Oceánica (LAOCA) y auspiciado, entre otras instituciones nacionales, por el proyecto Anillo-ECLIPSE del centro CEAZA.
Para ECLIPSE este curso es especialmente relevante por cuanto entre los objetivos del proyecto figura la validación de la series temporales oceanográficas y química de los carbonatos en el Gran Sistema de Surgencia de Chile-Perú, así como la generación de datos contemporáneos estandarizados.
“Estos ejercicios son un requisito fundamental para parametrizar un modelo biogeoquímico regional que permita conocer los flujos de CO2 en esta región del Pacífico suroriental debido a la variabilidad en El Niño Oscilación del Sur (ENOS) asociada al calentamiento global”, precisó el Dr. Victor Aguilera.
Afirmando además que “la generación de este tipo de capacidades es también un objetivo de ECLIPSE mientras que capacitar a nuestros investigadores y asistentes técnicos con este tipo de experiencia no proporciona mayor certeza de nuestras mediciones”.