CODEFF presenta denuncia en fiscalía y pide investigar crisis ambiental del Golfo de Penas

Una denuncia ante la Fiscalía de Puerto Aisén presentó este viernes 21 de abril la Filial Aisén del Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora, debido a la mortandad de ballenas, salmones y otros peces en el sector del Golfo de Penas que se vienen sucediendo desde el año 2015.

Estas muertes se han producido por la transgresión de al menos la Ley de Protección de Cetáceos y la Ley de Pesca y Acuicultura en su artículo 136 referido a la contaminación por agentes biológicos que causen daño a los recursos hidrobiológicos, además de leyes atingentes a Áreas Silvestres Protegidas y Medio Ambiente y el incumplimiento de convenciones internacionales.  Esta denuncia es además acompañada por una anterior solicitud de investigar estos hechos realizadas a la seremi de Medio Ambiente y CONAF.

Como es conocido, en las playas del Golfo de Penas fueron encontradas en abril del año 2015 37 ballenas Sei, número que luego de un sobrevuelo en junio de ese año aumentó en 337 ejemplares. La investigación efectuada en mayo de ese año por especialistas del área, la Policía de Investigaciones y Sernapesca no habría encontrado huellas de acción humana en lo sucedido, presumiéndose una posibilidad de una intoxicación de estos mamíferos marinos por organismos de marea roja, por lo cual el Fiscal Poblete de Puerto Aysén sobreseyó el caso. Luego del sobrevuelo hubo una segunda denuncia a la Fiscalía, que llevó a investigaciones cuyos resultados se desconocen.

En el verano 2017, en el mismo sector, wellboats transportadores de salmón perdieron toda su carga. Tras una esta vez rápida investigación, se determinó que la causa habría sido la existencia del dinoflagelado Karenia mikimotoi, organismo de marea roja y que provoca la mortalidad de los peces expuestos. Posteriormente Sernapesca informó que se encontraron ahí cuatro variedades de Karenia.  Se desconoce si en dicha ocasión se investigó el efecto de este organismo sobre los peces silvestres y las ballenas.

A fines de marzo de este año el operador turístico Daniel Torres informó que se encontró en una de las playas del Golfo de Penas con una ballena recién muerta, otra más antigua y varios esqueletos, además de unos trescientos peces muertos. Esto fue documentado con fotografías y posteriormente se realizó una denuncia a Sernapesca.

Como se apreciará el Golfo de Penas está convertido en un ambiente peligroso para la vida marina y posiblemente también la humana. Esto, aun siendo parte del Parque Nacional Laguna San Rafael y la Reserva Nacional Katalalixar. En las cercanías además se encuentra el Parque Nacional Bernardo O’Higgins.

Al parecer de CODEFF en estos casos habría responsabilidad humana al menos indirecta. En las fotografías de Daniel Torres se aprecia un cráneo de ballena perforado. Además, se recibió información que barcos pesqueros que capturan bacalao disparan a los Cachalotes del lugar.  En cuanto a la acción indirecta, los organismos de marea roja, tanto Alexandrium catenella como la Karenia son especies exóticas invasivas.  A. catenella provoca parálisis y llegó a Magallanes probablemente desde la Península Valdez en los años 70. Como ingresó hacia la región de Aysén se desconoce, pero lo que sí está documentado es cómo fue el contagio desde esta región a hacia Quellón y Chiloé (en la región de Los Lagos) mediante un wellboat transportador de salmones. A su vez la Karenia, es un organismo originario de Asia y prolifera en ambientes anóxicos y hasta este verano se desconocía su existencia en el mar de Chile. 

Consideramos que es de suma importancia investigar cómo la Karenia llegó al Golfo de Penas. Para CODEFF, esto puede haber ocurrido por aguas de lastre, diseminadas por las aguas de los wellboats y/o aguas contaminadas de la importación de ovas de salmón.  Por lo tanto, existe una presunción de responsabilidad y negligencia humana en los hechos descritos en un sector donde aun no existiendo presencia física de salmoneras, es un sector de navegación constante de wellboats que realizan operaciones sin fiscalización, situación que requiere ser investigada para dilucidar este peligro para la fauna acuática silvestre, la producción salmonera y la salud humana.