Core rinde homenaje al ex Intendente Renán Fuentealba Moena

En el Salón Ptrat de la Intendencia Regional, los miembros del Consejo Regional en sesión extraordinaria N° 210, reconocen la trayectoria política reflejada en los 100 años de vida del ex jefe regional de Coquimbo.

Su vida

Hace 27 años, el 11 de marzo de 1990, don Renán Fuentealba Moena, conocido hombre de derecho y un demócrata a ultranza, cruzó el umbral del edificio del Gobierno Regional, para convertirse en el primer Intendente de la Región de Coquimbo en el gobierno de transición a la democracia que encabezó el Presidente Patricio Aylwin Azocar, su correligionario y amigo.

Si bien su nombramiento era esperado en esta región, eso no se reflejó a su llegada al edificio de Gobierno, solo un pequeño grupo de personas lo acompañó para celebrar el inicio de una gestión que marcaría un antes y un después, de lo que fue y lo que es hoy la Región de las Estrellas.

Hijo del matrimonio formado por Octavio Fuentealba y Orfelina Moena, nació en Talcahuano. Sus primeros estudios lo hizo en Tomé y posteriormente en la Universidad de Concepción donde se tituló de abogado.

Su militancia política la inició el año 1939 en la Falange Nacional, primer partido político social cristiano del cual llego a ser presidente de la Juventud el año 1943. Años más tarde, iniciaría su primer acercamiento con la hoy Región de Coquimbo, siendo regidor de la Municipalidad de Illapel, y posteriormente Diputado por La Serena, Coquimbo, Elqui, Illapel y Ovalle.

En su carrera como activista político, integró el equipo fundador del Partido Demócrata Cristiano llegando a ser Presidente de la colectividad, cargo que ocupo en tres periodos.

El año 1971, es electo Senador por las Bio Bio- Malleco y Cautín, actividad legislativa que se vio interrumpida por el golpe de estado de 1973.

A partir de aquello, el militante y líder demócrata cristiano, mostraría su otra faceta, la del hombre de ideales, trasparente, consecuente, de moral intachable, y de respeto, que selló con su firma la carta de repudio y rechazo al golpe militar de 1973, hecho que más tarde le significaría el exilio a Costa Rica, país que le abrió sus puertas y desde donde junto a otros líderes de fuerzas políticas y sociales de Chile, iniciaría un trabajo de largo aliento para la restauración de la democracia en Chile.

Durante el exilio ejerció como académico, fue asesor en temas relacionados con la minería, la energía y el combustible, temáticas que fueron su fuerte como congresista en Chile.

Fue máximo dirigente de la Democracia Cristiana de América y otros importantes cargos a nivel internacional hasta su regreso a Chile en 1983, donde comienza un intenso trabajo en la creación de la Alianza Democrática para la recuperación de la democracia.

El 11 de marzo de 1990 es llamado por el Presidente Patricio Aylwin, para asumir la Intendencia de la Región de Coquimbo.

Su gestión como Intendente se caracterizó por un trabajo de terreno, de cercanía con la gente. Hizo equipo con moros y cristianos. Su lema fue “gobernar con la ayuda y con el consentimiento de todos, porque la región es de todos y no tiene colores políticos”, mensaje que fue entendido y comprendido por todos quienes le acompañaron.

Su principal desafío fue sacar del estancamiento a la región. Al asumir el cargo y tras conocer las múltiples necesidades que enfrentaba la región, se construyeron poblaciones, postas, consultorios, sedes sociales, áreas verdes, se pavimentaron caminos, se construyeron escuelas, jardines infantiles y muchas otras obras que le dieron sentido al proceso democrático que vivía el país y la región.

Pero sin lugar a dudas, por ser esta una región semiárida, su gran meta sería la construcción de grandes embalses, porque la falta de infraestructura para el almacenamiento de agua le persiguió desde siempre, desde que fuera regidor por la ciudad de Illapel. Construir grandes embalses generaba empleo pero al mismo tiempo solucionaba el problema de escases hídrica que amenazaba y que sigue amenazando a la región.

Fue en ese andar que don Renán apostó todas las cartas para lograr que se construyera el embalse Puclaro en la Provincia de Elqui, obra que hoy lleva su nombre. No cabe duda que en su fuero interno hubiese querido que fuera una obra para Illapel, pero otros gobernantes se encargaran más tarde de construir en la provincia de Choapa, el Embalse El Bato.

Hoy, tras cumplir 100 años de vida, la Región de Coquimbo, representada por los 16 consejeros regionales, electos democráticamente por la ciudadanía, han querido expresarle el reconocimiento de toda la región, por su trabajo, por su aporte, por su consecuencia política y por su compromiso con la Patria y con su gente.