Si a Ud siempre le gustó la vida de campo y los caballos, tiene un terreno amplio y distanciado de las urbes, reúne los requisitos básicos para ser el Administrador de un Centro de Equinoterapia.
No vamos a explicar los múltiples beneficios que esta terapia aporta a pacientes específicos que reúnen las condiciones mínimas necesarias para ejecutarla. Solo mencionaremos que su accionar se basa en tres principios: la transmisión del calor del caballo, la transmisión de impulsos rítmicos y la transmisión de un patrón de marcha normal.
Es de todos conocido que los principales favorecidos con estos tratamientos, son las personas con autismo. Pero en países del primer mundo que nos llevan décadas de ventaja y experiencia, uno de los grandes grupos de usuarios son los sobrevivientes del cáncer, ya que esta disciplina ecuestre les aporta beneficios paliativos y mejora su calidad de vida.
Algunos requisitos para una correcta implementación de un centro de este tipo son: contar con un Equipo de Trabajo idóneo, integrado por un staff variado de profesionales, tales como Terapeuta Ocupacional, Kinesiólogo, Técnico del área de la salud, etc. Además, es conveniente hacer trato con un Veterinario que los visite en forma regular. Recuerde que mientras menos personal especializado cuente su centro, sus clientes deberán tener niveles menores de complejidad.
Los actores imprescindibles son los Caballos y el Instructor de Equinoterapia. Los animales deben ser ante todo mansos, no asustadizos. En cada sesión, es ideal contar con 3 Asistentes por paciente, uno que guie y dos a cada lado del caballo. Aquí es importante y conveniente involucrar a los familiares y acompañantes, que pueden realizar estas tareas. Lo que siempre hay que tener presente es que el instructor es quien manda durante toda la sesión.
El trabajo se realiza en un “Picadero”, que es un lugar cercado, con un suelo de arena o tierra blanda, donde se realizarán las terapias. Debiera estar techado o contar con sombra.
En ciudades donde existan zonas rurales en las cercanías, los Municipios deben procurar convenios con Centros de Equinoterapia. Como referencia, estas instalaciones no deben estar a más de 40 minutos de distancia desde el centro. La Equinoterapia es un trabajo que debe ser ejecutado en terreno, en el campo. El entorno influye enormemente en el paciente. Los corrales de uso diurno para descanso, los espacios abiertos, las caballerizas o el establo techado, incluso hasta el olor, todo aporta a la rehabilitación.
En Chile el rubro de los Prestadores de Servicios de Equinoterapia requieren una ley que norme su funcionamiento de forma urgente y entre ellos deben asociarse en gremios a nivel nacional para visibilizar su trabajo.
En la Provincia del Choapa hay una cultura asociada al mundo rural. Un conocimiento del cuidado y manejo diario de los caballos ya sea en labores agrícolas propiamente tal y también en la trashumancia, donde se pone a prueba la verdadera relación jinete/animal, al permanecer largos periodos en la cordillera sin más medio de movilización. Ese capital humano disponible, que puede ser reconvertido y disponibilizado en la crianza y amansa de caballos para uso en hipoterapia, no debe ser desperdiciado.
Por Hugo Quilodrán Jiménez, presidente de la Fundación Ispakul Killota