El entretenimiento online está en constante evolución: no tiene nada que ver la manera en que pasamos el tiempo ahora con cómo lo hacíamos a principios de siglo, más de dos décadas atrás. De la mano de la tecnología, se van imponiendo nuevas modas que terminan consolidándose. Solo hay que ver la buena adaptación que han tenido los dispositivos inteligentes en nuestro día a día o las maneras de establecer conexión. Esta revolución se puede observar, en gran medida, en los salones de juegos virtuales.
Y es que hay juegos de casino de muchos tipos. Desde la consolidación de internet en este tipo de actividades, podemos encontrar las prácticas más tradicionales como el blackjack o la ruleta que mantienen la esencia, pero están adaptadas a las nuevas tendencias de consumo de la sociedad. Ejemplo de ello es la gran calidad gráfica de los contenidos que presentan, la posibilidad de disfrutarlas a través de las pequeñas pantallas, como los celulares, o de vivirlas en directo con crupieres reales emitiendo la imagen vía streaming.
En este artículo nos centraremos en este último aspecto, el vivo y en directo, una tendencia no exclusiva de este tipo de industria, pero que sí ha revolucionado la manera de hacer de muchos. A pesar de que tan solo en un clic los usuarios pueden tener a su alcance miles de opciones de entretenimiento, en los tiempos que corren también buscan compartir un mismo espacio, aunque este sea virtual; un mismo momento junto a otras personas. Son varias las prácticas que lo permiten.
De la tradición a la innovación
Dos de los juegos que mejor han dado el salto a las transmisiones en vivo son los de cartas, como el blackjack y el baccarat. Ambas prácticas, que algunos llegan a confundir por sus grandes similitudes, tienen en común que el crupier es un elemento fundamental para el desarrollo del juego. Así que, desde que la tecnología lo permite con buenos resultados, un jugador desde su dispositivo puede realizar sus apuestas y disputar una partida observando cómo una persona real reparte las cartas y organiza el juego al otro lado de la pantalla.
Algo parecido sucede con la ruleta online que, a pesar de no tener un elemento humano tan activo como los dos juegos anteriores, cuenta con un mecanismo que centra toda la actividad: la propia ruleta. Esta es la verdadera protagonista de todo aquello que ocurre, y ver girar un mecanismo real y que tenga influencia directa en el desarrollo de la actividad es la última tendencia. Vía streaming, un usuario puede observar al momento si las apuestas realizadas tendrán premio como resultado o no.
Otra práctica, en este caso menos tradicional, que combina el directo con el juego son las tragamonedas. En títulos recientes como Crazy Coin Flip o Sweet Bonanza Candyland se pueden encontrar juegos de tragamonedas que, en un momento determinado de la partida, conectan con personas reales en video y cuyas acciones forman parte del juego y de los premios otorgados. Es una de las modalidades más novedosas que presentan las plataformas y que pueden consolidarse en un futuro a corto plazo.
Esto puede no quedar aquí. Y es que hay varias opciones de entretenimiento incluidas en el casino que pueden dar un salto más allá. Actualmente, opciones como el póker o el bingo tienen un alto componente de interacción entre los diferentes usuarios y el sistema, y no sería de extrañar que dentro de poco tiempo incorporen las emisiones en streaming a sus modalidades de juego, permitiendo así el consumo audiovisual en directo y de manera sencilla. Esta moda acerca al jugador a la actividad que está realizando, involucrándolo y haciéndolo sentir todavía más partícipe de aquello que está sucediendo. Un paso más de la tecnología.