Emergencia hídrica en la Región de Coquimbo: Se agrava la aridización

La Región de Coquimbo se sumerge aún más en una emergencia hídrica sin precedentes, con el sistema hidrológico alcanzando niveles críticos debido a las persistentes condiciones de sequía. Durante los últimos cinco años, las precipitaciones han estado muy por debajo de lo normal, provocando una disminución alarmante en los caudales de los ríos por cuarto año consecutivo.

Según los últimos informes elaborados por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), la situación se ha agravado aún más en la temporada actual, con apenas un 27% de los niveles históricos en la cuenca del Elqui, un 21% en Limarí, y un preocupante 41% en Choapa. Expertos sugieren que la situación ya no puede simplemente catalogarse como sequía, sino que se acuña el término “aridización” o “híper-aridez”, reflejando la magnitud y la temporalidad prolongada de la crisis.

Los indicadores del Índice de Vegetación Evolutiva (EVI) confirman la gravedad de la situación, mostrando anomalías negativas en toda la región durante el mes de febrero de 2024. En particular, las provincias de Elqui, Limarí y Choapa exhiben valores mayormente negativos, salvo algunas zonas de cultivo que han logrado mantenerse estables.

A pesar de que el mes finalizó con una cobertura nival dentro de los parámetros normales, los valores promedios anuales indican una escasez alarmante, con apenas un 15% del valor histórico registrado. Los caudales de los ríos principales de la región han continuado su tendencia a la baja, registrando cifras preocupantes que reflejan la gravedad de la situación.

La capacidad de embalse en la región apenas alcanza un 6% de su total, con diferencias significativas entre las cuencas. Mientras que Elqui presenta un embalse del 8%, Limarí se encuentra en una situación crítica con apenas un 3%, y Choapa muestra cierta estabilidad con un 36% embalsado, similar a los valores observados en 2014.

En medio de esta crisis, las proyecciones climáticas no ofrecen esperanzas inmediatas. Se espera que el fenómeno de El Niño se mantenga en una fase neutra entre abril y junio, para luego dar paso a una posible fase de La Niña durante el invierno. Las temperaturas, aunque más frescas en comparación con el verano, no serán suficientes para contrarrestar la sequía, y las precipitaciones esperadas para el próximo trimestre no prometen alivio.

La Región de Coquimbo se encuentra en una encrucijada, enfrentando una crisis hídrica de proporciones devastadoras. Es imperativo que se tomen medidas urgentes y sostenibles para enfrentar esta emergencia, desde la gestión cuidadosa del agua hasta la implementación de políticas de adaptación climática a largo plazo.