Las autoridades peruanas llevaron a cabo un operativo masivo contra una presunta red criminal encabezada por la ex fiscal nacional Patricia Benavides. Más de 100 efectivos policiales respaldaron al Ministerio Público en esta ardua tarea.
Bajo el nombre en clave “Valkiria XI”, el equipo especial de fiscales anti-corrupción allanó 21 residencias en la provincia de Lima y detuvo a siete individuos, incluidos los ex asesores de Benavides, Miguel Ángel Girao Isidro y Abel Hurtado Espinoza, el abogado José Luis Castillo Alva junto con su esposa Mirtha González Yep, y el ex agente de la Policía Nacional, Jorge Rodríguez Menacho.
Se les imputan cargos por delitos que van desde la organización criminal hasta la colusión agravada y el tráfico de influencias.
Las investigaciones apuntan a que Benavides y su equipo manipularon el Congreso para lograr destituciones selectivas a cambio de favores. Entre sus supuestos logros corruptos se encuentran la destitución de miembros de la Junta Nacional de Justicia y la fiscal suprema Zoraida Ávalos, así como el nombramiento de Josué Gutiérrez como defensor del Pueblo.
Jaime Villanueva, uno de los ex asesores, previamente detenido y liberado, confesó haber coordinado con un congresista a través de WhatsApp por orden de Benavides.
Este escándalo sacude los cimientos del sistema judicial peruano y arroja luz sobre la corrupción arraigada en las altas esferas del poder.