“Inocuidad de los alimentos: preparémonos para lo imprevisto”

(Por Cristián Peña, ejecutivo del área de producción alimentaria de la CRDP) Estamos próximos a celebrar este 07 de junio el Dia Mundial de la Inocuidad de Alimentos, el tema central de esta año tiene relación con “Inocuidad de los alimentos: preparémonos para lo imprevisto”, esta definición nos invita tomar conciencia de nuestro actuar individual y colectivo al momento de consumir alimentos, ya que los peligros para la inocuidad alimentaria están presentes en acciones cotidianas, las cuales pueden escalar rápidamente de una afectación individual a una emergencia colectiva e incluso con alcances nacionales e internacionales, dependiendo del tipo de producto y el grado de masividad de consumo.

Los tres recursos básicos más importantes para la sobrevivencia y desarrollo de cualquier sociedad son: Agua, Energía y Alimentos. Donde la energía y alimentos dependen en gran medida del recurso hídrico. La primera reacción al hablar de la escasez de agua es pensar en la falta de agua para beber; una persona requiere entorno a los dos litros diarios. Pero no se piensa tanto en el agua que comemos. La media para producir la comida que una persona requiere diariamente es entre 2.000 y 5.000 litros, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esto dice relación con el tipo de procesamiento que se requiere para tener un alimento estable, inocuo para la salud de las personas y con una mayor vida útil.

La Región de Coquimbo actualmente se encuentra afectada por una condición de escasez hídrica severa, a raíz de lo cual fue emitida el 18 de marzo 2024 por parte de Ministerio de Salud, a través de la Secretaría Regional Ministerial Región de Coquimbo, la Resolución Exenta 5440 declarando Zona de Riesgo Sanitario; esta compleja situación climática puede llegar a tener impacto directo en La Seguridad Alimentaria, ya que la contaminación de los alimentos puede provocar enfermedades transmitidas por los alimentos. Es necesario considerar que a nivel regional han aumentado especialmente los brotes por enfermedades gastrointestinales, respiratorias y otras infecciosas.

En este contexto complejo que nos encontramos, el concepto acuñado por la OMS “Inocuidad de los alimentos: preparémonos para lo imprevisto”, nos invita como Región a trabajar en conjunto con los diferentes grupos de interés relacionados con industrias, restaurantes, locales de producción y expendio de alimentos, en buscar soluciones efectivas para la optimización del recurso hídrico en las diferentes operaciones a lo largo de toda la cadena productiva de alimentos. En este sentido, podemos avanzar con mejoras tales como; Establecer Programas Integrales de Higiene, Reforzar Capacitaciones al personal en temas de higiene, Mantenimiento de infraestructura sanitaria (evitar fugas de agua), Evaluar el uso de productos químicos que no requieran enjuague para limpieza de superficies, uso de herramientas de IA para el control y monitoreo de factores productivos avanzando en una gestión sostenible del agua, Incorporar el cálculo de huella hídrica en las métricas internas; además de una actualización en la Identificación y evaluación de peligros que pueden afectar a los alimentos (físicos, químicos y biológicos); condiciones adecuadas para el almacenamiento preventivo de agua al interior de instalaciones y mediciones de parámetros físico químicos del agua.

La producción alimentaria a nivel regional, se encuentra en una etapa de desafíos significativos relacionados con la adopción de tecnologías y mejoras de uso eficiente de recursos energéticos e hídricos en sus procesos, lograr acciones concretas de sostenibilidad y sustentabilidad, el llamado es a estar preparados hoy para lo imprevisto