La relación de Arturo Prat y los protagonistas del 21 del mayo con la Región de Coquimbo

Cada 21 de mayo se conmemora en Chile el “Día de las Glorias Navales” que recuerda a los marinos caídos en todas nuestras guerras, sintetizado en el sacrificio de la tripulación de la corbeta “Esmeralda” y el legendario abordaje del capitán Arturo Prat a la cubierta enemiga. Sin embargo, la relación de los protagonistas del doble combate naval de Iquique con nuestra región se remonta a varios años antes de la Guerra del Pacífico.

                En 1859 los cañones de la “Esmeralda” bombardearon a las tropas nortinas de Pedro León Gallo que se batían en la batalla de Cerro Grande (29 de abril) contra los gobiernistas. En 1865, Chile se encuentra en guerra contra España (en apoyo al Perú)  y es Arturo Prat el que está a cargo de las reparaciones hechas a la cañonera “Virgen de la Covadonga” capturada por los chilenos en el combate de Papudo. Los Vilos es el lugar para realizar estos trabajos y es allí donde quedan los prisioneros: el comandante Luis Fery junto a 117 tripulantes. Diez años después de Cerro Grande, el entonces Teniente 1° Carlos Condell – futuro vencedor del “Independencia” peruano en Punta Gruesa -ayudó al capitán Enrique Simpson a cartografiar los derroteros de Los Vilos y sus caletas vecinas.

                Conocidos los pormenores de la Epopeya de Iquique, la sociedad chilena se convulsionó y comenzó a apoyar masivamente el esfuerzo de guerra; los ciudadanos, desde el más elegante al más humilde concurrieron a los cuarteles. La Provincia de Coquimbo fue de las primeras en enviar voluntarios (poco más de cinco mil movilizados).

                En el mundo de las letras y el arte fueron numerosos los trabajos ensalzando las virtudes de Arturo Prat. Sin embargo, el primero fue un cuadro de Juan Francisco González, considerado uno de los cuatro grandes de la pintura nacional del siglo XIX, quien fue apadrinado desde su juventud por el diputado y prócer del mutualismo serenense Pedro Pablo Muñoz, quien señaló: “Todo lo que pintes, te lo compraré”. Así, retrató a Rosaura Cortés-Monroy Darrigrande y al propio Pedro Pablo, entre otros miembros de la familia. Dos meses después del combate, Juan Francisco González presentó su trabajo. El autor había conocido a Prat embarcado en el vapor “Lontué” (Un barco que hacía la carrera de Junín-Coquimbo-Los Vilos – Valparaíso) y había pintado en base a sus recuerdos y apuntes.

                En La Serena existe en poder de una distinguida familia una fotografía original de Arturo Prat, tomada el 26 de marzo de 1879, regalada por su tío Jacinto Chacón a un amigo, con la siguiente dedicatoria: “A mi buen Hermógenes Irisarri. Lazo de eterna amistad. Su afectísimo.- Jacinto Chacón, Valparaíso, 30 de mayo de 1879).

                El  monitor peruano “Huáscar” también tiene una relación especial con nuestra región. Dos expediciones lo llevaron a las costas de Coquimbo, donde apresó una goleta con carbón que le permitió reabastecerse. Su presencia causó el pánico en la población, siendo registrado en la prensa satírica de Lima. Finalmente, el 06 de octubre de 1879 un telegrama despachado desde Los Vilos a las 12 de la noche decía: “Huáscar llegó este puerto diez de la noche, observó en redondo, regresó rectamente al norte”. Avisados por éste y otros mensajes de puertos chilenos, la escuadra nacional se preparó para la emboscada de Angamos, donde fue rendido y capturado.

                Su caída causó multitudinarias celebraciones en Santiago. Rápidamente se organizó una gira nacional. Así, maltrecho y remolcado llegó al puerto de Coquimbo (16 de octubre de 1879) donde lo esperaban las autoridades y el pueblo, incluso de poblaciones del interior. A petición de las Armadas de Estados Unidos y Gran Bretaña, ingenieros navales lo abordaron para investigar los efectos de la munición perforante antiblindaje Palisser, que por primera vez se ocupaba en combate real en el mundo. El capitán del HMS “Thetis” P. E. Stephens elaboró un primer informe, mientras el teniente R.N. Nadan del HMS “Shanon” hizo un croquis de los daños recibidos por el buque peruano, hoy famosos y descritos en “Incidents of the War between Chili and Perú” en The Journal of the Royal United Service Institution, Londres, 1881. El “Huáscar” con reparaciones básicas en Coquimbo siguió su navegación hacia Valparaíso donde fue fotografiado por Spencer, para luego ser ocupada su imagen con la bandera chilena como propaganda de guerra.

                En noviembre de 1879 cayó Iquique y la tripulación de “La Esmeralda” fue liberada (salvo los oficiales, que estaban prisioneros en la ciudad de Tarma). El 02 de diciembre arribaron a Coquimbo donde fueron recibidos como héroes, en una recepción en el Hotel France (2 pm.) y en su camino fueron homenajeados por la ciudadanía y las escuelas con guirnaldas de flores. A las 4 pm., fueron reembarcados en viaje a Valparaíso.

                Varios coquimbanos se encontraron en las tripulaciones de la “Esmeralda” y la “Covadonga” aquél miércoles 21 de mayo de 1879. Para su recuerdo y homenaje perpetuo: Cirujano Pedro 2° Regalado Videla, natural de Andacollo, cañonera “Covadonga”, muerto al recibir una bomba del “Huáscar” que le arrancó ambas piernas; soldados Nicanor Guerra Rojas y Nicasio Valenzuela (Illapel) regimiento “Artillería de Marina”, Guerra fue muerto en combate y Valenzuela tomado prisionero; Ramón Díaz Castillo (Ovalle) fogonero 2°, se hundió en el buque; Cipriano 2° Encina (La Serena), Ingeniero 1° de la “Covadonga”; grumete Wenceslao Vargas Rojas, natural del mineral de Cachanlagua, Monte Patria, corbeta “Esmeralda”, como “powder monkey” durante el combate llevó manualmente munición y dinamita desde la Santa Bárbara al fondo del barco hasta la cubierta, sobrevivió el combate y fue el último tripulante en fallecer en 19.

                Las celebraciones del 21 de mayo iniciaron tempranamente en nuestra tierra. En 1880 se conmemoraba en Illapel con el cierre del comercio y embanderamiento de calles. Ese mismo año en el mineral de Puquios (Atacama) se erigía el primer monumento a los héroes de Iquique, obra de Antonio Garín, quien hizo la empuñadura de la espada de Luis Uribe, el primastro y compañero de combate de Prat. Otras conmemoraciones como Angamos y la toma de Arequipa también era celebrado para 1882-1883 (La Serena, Ovalle, Illapel) con fuegos artificiales, obras teatrales y bandas musicales. Es decir, el norte hizo suyos a los héroes seis años antes que en Valparaíso y Santiago.

                Finalmente, dentro de los archivos de un Historiador regional se encuentra una carta de la Sra. Dolores Cabero, viuda de Miguel Grau, donde solicita a su cuñado, el oficial chileno Oscar Viel el favor de buscar algún colegio en Chile donde sus hijos puedan cumplir con sus estudios, ya que se encontraban en una pésima situación. Viel había trasladado a su Mausoleo familiar los restos de Grau (pie derecho) enterrados en un principio en Mejillones.

                En 1890 Perú repatrió en el “Lima” los restos de Miguel Grau y en el “Santa Rosa” a otros caídos peruanos en la guerra del ´79.  Tocó al capitán de fragata serenense Enrique Aguirre Varela, escoltar al “Santa Rosa” desde el puesto de mando del crucero “Esmeralda”, el buque de guerra más poderoso del mundo en aquella época. 

(Joel Avilez Leiva, autor del libro “Participación del Choapa en la Guerra del Pacífico” 1879 – 1884, Volantines Ediciones, La Serena, 2015).