Una entrada de locos o un chupe de jaiba, un congrio a lo pobre o un caldillo de vieja, y mucho más. Todo un festival de opciones ofrece la variada y abundante cocina de mar en la comuna vileña. Un tesoro que espera a todo aquel que visite la puerta sur de la región de Coquimbo.
La comuna de Los Vilos es punto de encuentro de tierra y mar. Puerto, caletas, playas y roqueríos estimulan los sentidos. Y allí donde está el océano aparece la comida de mar.
Junto a las maravillas de su patrimonio natural e histórico, la comuna que marca la entrada sur de la región de Coquimbo ofrece experiencias gastronómicas notables, con productos frescos y preparaciones que combinan las tradiciones de la costa chilena con la creatividad de su gente.
En los restaurantes y en las pérgolas o picadas locales se encuentra una amplia variedad de pescados y mariscos, en estrecho vínculo con el trabajo de los pescadores artesanales. El producto más solicitado, sin lugar a dudas, es el loco, abundante en la zona merced a la existencia de un área de manejo que permite un abastecimiento constante. Junto a la jaiba –también muy requerida por los comensales–, se despliega en empanadas, chupes y diversos platos fríos. Entre los pescados, si bien es altamente consumida la reineta –que llega desde Lebu–, destaca la producción local de congrio colorado y negro, así como los peces de roca, que suelen salir de las cocinas en frituras, a la plancha, grillados o en caldillos.
Pueblito gastronómico
Para quienes ingresan a la ciudad de Los Vilos desde la ruta 5 Norte, enfilando por Avenida Caupolicán y luego hacia la derecha por calle Purén, se llega a la Avenida Salvador Allende, una bien cuidada costanera que luce impresionantes esculturas de gran tamaño. A unos 700 metros a la izquierda se encuentra el Pueblito Gastronómico de Los Vilos, con diez pérgolas que atienden entre las 11:00 y las 18:00 horas.
“Ofrecemos comidas típicas costeras, donde tenemos mariscos, carnes y algunas cositas veganas” comenta Silvia Aguilera, propietaria del restorán Üpangen Chena, que ocupa la pérgola número 9. “Acá trabajan mi mamá, mi hermana, mi cuñado, mi padre… es un restaurante bien familiar”, agrega.
Entre sus especialidades se encuentra “el jardín de mariscos, que lleva de todo, desde ostiones y machas a la parmesana, ceviche de reineta o pescado de roca, mariscal, jaiba desmenuzada, calugas de merluza y reineta, anillos de cebolla, camarones apanados, entre otros ingredientes”.
Notables, asimismo, resultan sus pescados en papilote, que le han valido ser entrevistada en diversos programas de televisión. “Congrio o reineta, con salsa de camarones, loco y jaiba, más queso parmesano, al horno grillé”, describe.
Por si fuera poco, todos sus clientes reciben alguna cortesía, ya sea pisco sour, ceviche o consomé de mariscos.
Atractyivos de Pichidangui
A 31 kilómetros al sur de la cabecera comunal, por la ruta 5 Norte, el balneario de Pichidangui es garantía de paisajes bellos, aguas tranquilas y buena comida. Allí, en plena playa, encontramos Poseidón Restobar. Para llegar a él desde el acceso norte de la carretera se debe girar levemente hacia la derecha, tomando la Avenida Costanera, y recorrer aproximadamente 1,3 kilómetros hasta llegar al paseo peatonal; desde el sur, conectar con calle El Esfuerzo, doblar a la izquierda hasta alcanzar la ya referida Costanera.
Rodrigo Leiva es el dueño de este establecimiento; con su propio trabajo, lleva a sus comensales productos que, casi literalmente, saltan de su bote a la mesa. “Yo soy pescador y buzo, y aparte soy el que cocina; intento darle todos los sabores de la zona”, señala, destacando que la suya es la tercera generación de pescadores en su familia.
De su cocina, junto a múltiples preparaciones tradicionales, resalta “el caldillo de vieja o pejesapo; los mariscales, pailas marinas y chupes, donde todos los mariscos son de acá, tales como loco, jaiba, almeja, lapa, chorito”. Igualmente, la empanada Poseidón, “que es tamaño XL, con doble masa de hojalda, lleva loco, tomate, champiñón, queso y crema”.
El local atiende los sábados, domingos y festivos, de 12:00 a 19:30, y en períodos vacacionales, todos los días.
Leiva subraya las cualidades de Pichidangui, que dan a los visitantes la posibilidad de vivir una jornada completa de relajo y entretenimiento. “Estamos con todo en el tema turístico, somos la entrada de la región; hay harta gastronomía, paseos, deportes náuticos, centros de buceo. La playa es una de las mejores de la zona, es tranquila y bien protegida”, dice.
Estas y otras sorpresas aguardan en la comuna de Los Vilos. Más información en la web https://www.voyalosvilos.cl y la red Instagram, mediante la dirección @voyalosvilos.
Destino Los Vilos
La comuna vileña está desplegando una activa campaña de posicionamiento turístico impulsada por la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, con la participación del municipio y los empresarios locales.
En ese contexto se realizan actividades tales como limpiezas de playa e instalación de nueva señalética informativa; eventos recreativos, de promoción y de activación.
Actualmente se trabaja en ampliar la oferta turística, con nuevas rutas y recorridos, así como mejorar la calidad de los servicios mediante una formación profesional; producción de material gráfico y audiovisual para difusión del destino, entre otras acciones.