Según un informe reciente elaborado por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas Meteorología (CEAZAMet), la región de Coquimbo enfrenta una situación preocupante respecto al nivel de sus embalses, evidenciando una alarmante escasez hídrica que podría tener graves repercusiones en el suministro de agua.
Pamela Maldonado, profesional en Sistemas de Información Geográfica (SIG) de CEAZAMet, ha señalado que la situación es crítica, especialmente tras analizar los datos recopilados hasta febrero del 2024. Los resultados revelan que el embalse Cogotí ha alcanzado un preocupante 0% de almacenamiento de agua, lo que indica una completa sequía en esta infraestructura clave para la región.
Asimismo, el informe destaca que el embalse La Paloma, considerado el más grande de la región, apenas cuenta con un 3% de su capacidad total, acumulando tan solo 23 hectómetros cúbicos (hm3) de agua. Esta situación plantea un escenario crítico para el abastecimiento hídrico de la zona.
Aunque el embalse Corrales presenta un porcentaje relativamente más alto de agua embalsada, con un 45% de su capacidad, el volumen total de agua almacenada es el mismo que el del embalse La Paloma, es decir, 23 hm3. Esta situación resalta la gravedad del problema, ya que aunque el porcentaje de llenado sea mayor, la cantidad total de agua disponible sigue siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de la población y actividades económicas de la región.
Los datos del informe han sido recopilados a partir de imágenes satelitales Sentinel-2, proporcionadas por Copernicus de la Unión Europea, y de información hidrométrica suministrada por la Dirección General de Aguas en su Informe semanal del 4 de marzo de 2024.
Ante esta alarmante situación, las autoridades regionales han advertido sobre la necesidad de implementar medidas urgentes para enfrentar la escasez hídrica, tales como restricciones en el consumo de agua y el desarrollo de políticas para promover el uso eficiente y responsable del recurso hídrico. De no tomarse acciones inmediatas, la región de Coquimbo podría enfrentar graves consecuencias en términos de abastecimiento de agua y desarrollo económico.