
Dicho paro ha generado complicaciones a los agroexportadores, ya que es en esta época precisamente se realizan los envíos de cerezas y arándanos, siendo éstas las especies más afectadas.
Es importante tener en consideración que lo anterior derivará probablemente también en el cambio de itinerarios, con la consiguiente adición de puertos de escala y transbordos respectivos.
Todos estos contratiempos y demoras redundarán en el retorno monetario que los agroexportadores esperaban de la venta de sus productos; sin embargo, y respecto de aquellas frutas y hortalizas que aún no hayan sido cosechadas, empacadas y consolidadas en contenedores, esperando su turno en los patios de stacking, podemos dar como recomendaciones, las siguientes, y que son aplicables tanto a aquellos exportadores que tengan contratada una póliza de seguro con cobertura en caso de huelga, como a aquellos exportadores que no tengan un seguro con tal cobertura especial: Acelerar los procesos internos de cosecha, selección, empaque, consolidación de contenedores y transporte al puerto de salida, todo lo anterior con el objeto de que los productos exportados lleguen a su destino final con la mayor cantidad de vida útil comercial posible (shelf life), de tal manera que, y en la medida de lo posible, hayan pasado la menor cantidad de días entre la cosecha del producto y su arribo al puerto de destino.
Lo anterior permitirá a los exportadores en general, y en especial a aquellos que no posean un seguro con cobertura ante paros portuarios, el lograr enviar a sus clientes un producto preparado para enfrentar de la mejor manera posible los efectos adversos e inescapables de un paro portuario, y en consecuencia una mejor liquidación por parte de sus recibidores y clientes, pudiendo mitigar las posibles pérdidas monetarias y bajos retornos.
Adicionalmente se recomienda el contratar servicios de inspección de calidad pre–embarque y de reportes de consolidación de contenedores, informes los cuales permitirán demostrar que el producto embarcado era de calidad de exportación, que su fecha de cosecha y empaque fue razonable y además cercana, tanto en relación a la fecha de su salida del puerto de zarpe y como a la fecha de su arribo al puerto de destino, y que además se mantuvo bajo condiciones ambientales y de temperatura adecuadas con anterioridad a su envío.
Todos los procesos anteriores y su correspondiente soporte documental permitirán tener los respaldos necesarios para poder demostrar, en el caso de los exportadores que tengan contratadas pólizas que otorguen cobertura en caso de situaciones de paros portuarios, que los daños a la carga y su condición al arribo (posiblemente pérdida de firmeza, pudrición, pérdida de vida comercial, etc…) se debieron precisamente al período de espera sufrido por la carga por motivo de estos hechos ajenos a la responsabilidad del exportador y no por defectos inherentes del producto, consiguiendo así un mayor porcentaje de indemnización por parte de la compañía de seguro en relación a las pérdidas económicas alegadas.
Por último, no está demás recordar la importancia vital de contratar un servicio de inspección pericial de productos perecibles, con el objeto de que un perito especializado pueda inspeccionar la carga de la manera más rápida y completa posible. Tal servicio y su ejecución le permitirán al agroexportador contar en definitiva con un reporte objetivo e imparcial acerca de las causas y extensión de los posibles daños sufridos por la carga, así como contar con una valoración específica de las pérdidas, lo cual, y adelantándome a la posible ocurrencia de conflictos entre exportadores e importadores por motivo de las efectos del paro portuario en los productos enviados, constituirá un medio de prueba fundament al a futuro.
