La instancia reunió a una serie de representantes de agrupaciones agrícolas, los que se organizan mensualmente en el territorio.
Hoy durante la mañana vecinos, vecinas, comunidad y pequeños regantes del sector Rio Grande se reunieron con el fin de realizar una manifestación con motivo de la falta de agua para riego que afecta directamente a la agricultura familiar campesina de este sector de los valles generosos.
Esto es debido al acuerdo de redistribución de aguas realizado por la Junta de Vigilancia del Rio Limarí, la Casep y la DGA. El cual entrega turnos de agua a los regantes del sector antes ya mencionado cada 30 días o más, lo que perjudica a la agricultura familiar campesina y se traduce en la pérdida de miles de cultivos de fruta verduras y hortalizas que son destinados al autoconsumo y también para la venta y fabricación de productos derivados.
Jéssica Monardez Pereira de La Cisterna de Tulahuén, comentó acerca de la situación que se está viviendo a raíz del acuerdo de redistribución de aguas que afecta directamente a la agricultura familiar campesina de acá del río grande. “Bueno, por años hemos estado sufriendo con la sequía. Yo creo que los habitantes y los regantes que tenemos nuestros cultivos… Bueno, yo hablo por mí, tenemos pequeños cultivos, árboles que han durado por años y lo hemos visto secar en nuestras casas porque el agua no alcanza, no alcanza. Y tratamos de hacer lo posible, reciclar el agua de las casas, que es lo que es mi caso, pero aún así no alcanza. Es decepcionante, es triste ver como nuestros árboles, paltos, naranjos, que por años nos dieron, ya no nos estén dando. Y no los podemos salvar porque el agua no alcanza. Entonces es triste, me da esperanza de que algún día esto vuelva a la normalidad, en este caso de mejorar la distribución de las aguas, creo que nos da una esperanza de que eso pueda mejorar”.
El respecto de la jornada, el alcalde Cristian Herrera Peña manifestó su impresión por la realidad aquí expuesta. “Aquí hay una situación que ha sido histórica, que lo han planteado nuestros vecinos y es que en la zona alta, que es de donde sale el agua y de donde se produce el agua, hoy día ven cómo el agua pasa y tienen turnos de riego que sobrepasan los 30 días o de 30 días hacia arriba y eso impide que las producciones que se realizaban en este sector, de durazno, de hortaliza, hoy día ya no se pueden cultivar; es imposible que con un turno cada 30 días no puedan sacar adelante esta agricultura y no se puede sacar ese tipo de producciones. Había un ejemplo aquí que nos daba uno de los vecinos, decía que su señora fabricaba mermeladas y que tenía un huerto en su casa, del cual antes podía sacar duraznos, pero hoy día tiene que ir a comprarlos en la zona baja, donde sí pueden regar con un tiempo menor, riegan cada 10, cada 15 días, siendo que en la zona alta se riega cada 30. Creo que esa es una injusticia, creo que es antinatural. Efectivamente, las zonas altas donde tienen el agua, naturalmente son las que tienen que tener mayor cantidad de hectáreas de riego y turnos más periódicos de riego. Nosotros no estamos en contra de un modelo que se ha ido estableciendo, pero ese modelo sí se tiene que ajustar. Aquí hay temas normativos, hay temas legales y vamos a estar apoyándolo, asesorando a nuestros vecinos y vecinas del sector alto del río grande, para poder ir tocando todas las puertas que sean necesarias, para que se revise el sistema que hoy día está en funcionamiento”.
Esto afecta a más o menos 2.000 pequeños agricultores y es de la parte alta del río, que es desde Carén hacia la cordillera, hasta el río Carrizal o río Turbio. Este movimiento nació con una organización que se fue armando de pequeños regantes y se han ido juntando todas las organizaciones, la convocatoria del día de hoy fue de todas las fuerzas vivas de Tulahuén.
Nelson Veas, Presidente del canal vecindario de Carén y parte del grupo que está organizando la defensa de sus derechos en la cuenca del río Grande. “Bueno, como el año 57 se construye el Embalse la Paloma con la finalidad de que las aguas de invierno, que son las más importantes en el caso de una lluvia muy grande, no se fueran al mar, entonces se retuvieran para garantizar principalmente las épocas más complejas que son diciembre-marzo a los regantes de la parte baja del embalse que son 9.500 acciones y la parte alta son las otras 4.500 acciones. Todo iba viento en popa hasta que ahora hace un año, los que estamos metidos en esto, nos dimos cuenta que además el embalse trajo consigo la creación, como por arte de magia de 38.000 acciones eventuales que en la práctica se han convertido en derechos permanentes. Y los únicos derechos permanentes que habían antes de que se construyera el Embalse de la Paloma eran 14.097 acciones que iban de Carrizal hasta Salala, ese era el componente histórico y son las acciones históricas ancestrales que tiene esta cuenca. Pero ahí lo encontramos con esta gran sorpresa de que se crean 38.000 acciones más que eran eventuales y eventuales significa que se ocupa cuando sobra agua, cuando el embalse está sobre los 92 millones de metros cúbicos, bajo los 92 millones el embalse entra en falla total y al entrar en falla total esa agua queda destinada única y exclusivamente a todos los derechos permanentes que estaban antes de la creación del Paloma. Y eso hoy día claramente nosotros a pasar de tener el 100% de los derechos antes del Paloma pasamos a un 25% después de construir el Paloma”.
En la misma línea Veas recalcó; “prácticamente, hoy día tenemos que abastecer, este año la cordillera desde que empezó la primera lluvia hasta que se produzca el último de hielo en marzo, va a acumular 200 millones de metros cúbicos, de los cuales hay que repartir primero en las 57.000 acciones y segundo en todos los pozos profundos que hay en la línea del Río Grande hasta Salala en este caso. Entonces, ¿qué pasó? Que nuestros derechos fueron bajando, nosotros de pasar de un litro por segundo pasamos a cero un litro por segundo, diez veces menos. Estuvimos entre diciembre y abril con 0,05, con 20 veces menos nuestro derecho normal histórico y entre mayo y agosto estuvimos con 0 litros por segundo. ¿Y eso qué ha significado en la práctica? Ha significado que los riegos se hagan cada 35 y en algunos casos 60 días y eso prácticamente ha eliminado toda la producción agrícola de las pequeñas familias campesinas, de casi mil familias campesinas que viven entre Carén y Carrizal”.