Obras menores de conservación en sistemas ya existentes, diseños de nuevas infraestructuras y capacitaciones han sido algunos avances para beneficio de numerosas familias de la comuna. Lo anterior, en un escenario de escasez hídrica y donde más del 50% de los 29 mil vecinos de Salamanca, vive en zonas rurales.
En noviembre de 2017 se dio el vamos al programa APRoxima, una de las 15 iniciativas de Somos Salamanca – alianza entre el municipio, la comunidad y Minera Los Pelambres-, con el propósito de contribuir en el desarrollo de sistemas de agua potable rural y soluciones sanitarias, mejorando el acceso a este recurso en los sectores rurales de la comuna.
Ha pasado un año desde entonces y los avances han sido significativos para sus beneficiarios porque se logró apoyar con obras menores de conservación a ocho sistemas ya existentes, entregar apoyo técnico y financiero para el diseño del nuevo sistema de APR de Zapallar dirigido a 34 viviendas y 8 centros comunitarios, adquirir equipamiento (geófono) para la detección de fugas de agua y que será un servicio transversal para quien lo solicite, entregar 26 kit de materiales y herramientas para todos los sistemas, y tres cursos de capacitación con 68 asistentes.
Además, en diciembre de 2017 se constituyó un Comité Técnico con el objetivo de tomar decisiones en relación a los proyectos que podrían recibir el apoyo de este programa. Quedó conformado por representantes del municipio, Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, Unión Comunal de APRs, equipo técnico del Somos Choapa y Fundación Minera Los Pelambres. Este último, además, como organismo ejecutor de los proyectos de este programa.
Fernando Gallardo, alcalde de Salamanca, resalta el trabajo efectuado este 2018. “Estamos más contentos que nunca porque creemos que se ha ido cumpliendo. Hemos logrado conformar la Unión Comunal (de APRs), también hemos logrado que exista una coordinación entre todos los APRs y además hemos tenido cursos de capacitación que hoy dan paso a una certificación”, sostuvo la primera autoridad comunal.
En la misma línea, Antonio Rubio, jefe de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres, coincide que el programa Aproxima ha sido un gran aporte “considerando que nuestra región ha presentado periodos de escasez hídrica. Por lo que asegurar el acceso y calidad de este recurso para uso humano es vital. Así lo entendemos y fue como lo resolvieron los
propios vecinos al momento de definir las prioridades para la comuna en las distintas instancias de diálogo que hemos trabajado de manera conjunta. Por lo mismo, también han sido muy valiosas las capacitaciones orientadas a fortalecer las competencias y herramientas para administrar los sistemas de la mejor forma integralmente”.
En materia de capacitación, éstas han estado a cargo de la Universidad Católica del Norte, y 68 personas han sido parte de ellas: 8 dirigentes de la Unión Comunal de APRs, 36 operadores de agua potable rural y de plantas de tratamiento, y 24 secretarias administrativas, quienes han recibido especialización y nuevas herramientas para su mayor y mejor desempeño en cada una de sus áreas y funciones de trabajo.
Luis González fue uno de ellos. Hoy su labor como operador del APR del valle de Chalinga es controlar los medidores de las bombas, verificar estanques y tomar muestras de cloro, algo nuevo en relación a su anterior trabajo en el rubro de la minería no metálica. Relata que haberse capacitado fue una experiencia única, “porque aquí uno aprende de las demás personas y de los profesores. Para mí ha sido un apoyo grande porque llegué hace pocos meses a este puesto y deseo seguir aprendiendo”.
Río arriba y al otro extremo de la comuna, en la localidad de Coirón, Cecilia Araya también cuenta su experiencia y cómo el haber tomado el curso de capacitación le ha permitido desempeñar de mejor manera su cargo de secretaria del APR y tesorera de la Unión Comunal. “Quizás las herramientas las tenía, pero no desarrolladas, y con este curso efectivamente las he sacado a relucir y me he empoderado más del cargo”, cuenta Cecilia, especialmente cuando debe lidiar en asambleas donde todos tienen algo que decir.
Con solo 6 meses de operador del APR de Tahuinco, Héctor Orellana fue otra de las personas que se atrevió a tomar el curso. Dice que dejó su “pega” de constructor en el norte para estar más cerca de su familia y que gracias a dios consiguió este nuevo trabajo. “Ahora estoy todos los días con mi familia y aparte de lo que yo sabía ahora estoy aprendiendo otro rubro. Esto de la capacitación es muy bueno, porque es un apoyo que nos entregan, ya que nosotros no tenemos el presupuesto para pagar un curso y siempre queremos aprender algo”.
Las capacitaciones han incluido temáticas sobre fortalecimiento organizacional, administración de recursos humanos y financieros, digitalización y control, sistemas de impulsión, sistemas eléctricos convencionales y fotovoltaicos, verificación de filtros, cloración, entre otras materias.