Taller de Cueca en Villa El Bosque: Pasión por el Baile Nacional

En el corazón de Villa El Bosque, un grupo apasionado de amantes de la cueca ha estado uniendo a la comunidad a través del arte y la danza durante un año completo. Dirigido por el carismático Cristian Atudillo, conocido como “El Titi”, este taller de cueca gratuito ha estado transmitiendo su conocimiento a personas de todas las edades y habilidades, desde niños hasta adultos y jóvenes con capacidades distintas.

Un Año de Pasión por la Cueca

El taller de cueca nació en agosto hace un año, gracias a la dedicación y generosidad de Cristian Atudillo. Su objetivo era claro desde el principio: compartir el amor por la cueca y cultivar una conexión más profunda con la identidad chilena. Los participantes, muchos de los cuales llegaron sin experiencia previa en el baile nacional, se reúnen cada miércoles en la sede vecinal de El Bosque para aprender y mejorar sus habilidades de cueca.

Un Espíritu de Comunidad

Lo que hace que este taller sea excepcional es su diversidad. Personas de todas las edades y orígenes se unen para celebrar la cultura chilena a través del baile. Jocelyn Toro, la presidenta del taller, destaca la importancia de esta inclusividad. “No importa la edad, ni el nivel de habilidad, todos comparten el espíritu y el corazón de ser chilenos y de querer bailar nuestro baile nacional”, enfatiza.

Aprendizaje y Preparación para el 18 de Septiembre

El taller se reúne todos los miércoles a las 6:15 PM en la sede vecinal de El Bosque. Los participantes no solo están perfeccionando sus habilidades, sino que también están preparando presentaciones especiales para las celebraciones del 18 de septiembre. Estas presentaciones incluyen una participación en la kermés de su junta de vecinos el 10 de septiembre y pasacalles los domingos para recaudar fondos.

Un Llamado a la Solidaridad

Para mantener el taller accesible para todos, los organizadores buscan apoyo adicional. El municipio de Los Vilos ha brindado un valioso respaldo económico, pero la creciente demanda de equipamiento y recursos para más de 22 participantes ha superado sus capacidades actuales. La comunidad se ha unido para convertir el taller en una organización formal, y están en proceso de obtener un RUT y una cuenta bancaria para gestionar donaciones.

Jocelyn Toro, madre de uno de los participantes, invita a cualquier persona o empresa interesada a unirse a esta iniciativa. “Estamos abiertos a cualquier tipo de colaboración, ya sea aportes económicos, ropa de cueca o incluso tiempo como voluntario”, dice. Cualquier ayuda será apreciada y contribuirá a que más personas disfruten de la belleza y la tradición de la cueca chilena.

El taller de cueca de Villa El Bosque demuestra que la pasión por la danza y la cultura puede unir a la comunidad y enriquecer la vida de sus miembros de todas las edades y habilidades.