Pese a las innumerables reuniones y coordinación realizada por autoridades de la región encabezadas por la propia Intendenta Lucía Pinto, el balance es totalmente negativo respecto al retorno de los visitantes al Sur después de concluido el eclipse solar en la región de Coquimbo.
No bastaron los diversos encuentros efectuados por las diversas autoridades y equipos de seguridad y emergencia de la región para hacer frente al fenómeno astronómico más espectacular del presente año 2019: el eclipse solar del pasado martes 2 de julio.
Las personalidades aseguraban que “todo estaba bajo control” y que existía la logística para hacer frente a la avalancha de turistas que llegarían a presenciar el eclipse, pero algo falló.
Mientras la propia Intendenta Lucía Pinto en su twitter llamaba a los conductores a “tener paciencia” en el sobrevuelo realizado por la Ruta 5 Norte este miércoles, lo cierto fue que esos mismo turistas y visitantes a los que tanto convocaron para asistir al evento astronómico, fueron maltratados en su retorno al Sur producto de los tacos gigantescos ocurridos en los peajes de Puerto Oscuro y el otro pasado La Molana.
Allí, los conductores sufrieron la larga espera, muchos de ellos con ocupantes de la tercera edad y niños, cuyas familias llegaron a la región convencidos de gozar de un espectáculo único, con todas las comodidades y habilitaciones difundidas por todos los medios de comunicación, si embargo, nunca se imaginaron que el retorno sería verdaderamente dramático.
Fue algo “que se les escapó” a los expertos y autoridades, que esos 350 mil turistas iniciarían su regreso terminado el eclipse, simplemente porque al otro día (miércoles) tenían que volver a sus puestos de trabajo.
El calvario comenzó a la salida de La Serena, con el taco provocado por el peaje Troncal Tonkoy km 408, el que ya proyectaba un congestionamiento vehicular gigantesco. Saliendo de éste, vino el segundo taco por varias decenas de kilómetros provocado por el atochamiento en el peaje de Angostura km 283. El cansancio y la paciencia de los conductores estaba a límite.
Sorteado este punto, faltaba el más inexplicable, el taco provocado por la habilitación de tan solo una pista en el sector de construcción del enlace Los Vilos-Illapel, frente a la Laguna de Conchalí, en la provincia del Choapa.
No existía explicación alguna para tal determinación, justo este día, donde la aglomeración vehicular llegó hasta Huentelauquén. El recorrido de La Serena a Los Vilos, que normalmente se concreta en 2 horas y media, el tramo fue realizado en 10 horas en algunos casos.
Los dardos apuntan a la Seremía de Obras Públicas, entidad que tuvo a cargo la coordinación vial en la Región. Hasta ahora ni siquiera una excusa.
Hasta el momento, las autoridades no han dado la cara para definir al o los responsables de este caótico retorno de los turistas al Sur, quienes más allá de la experiencia mística vivida por el eclipse solar, sin duda, será algo que no olvidarán.