El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este martes al reconocer públicamente que el arancel del 145% impuesto a productos chinos es “demasiado alto”, y anunció que reducirá ese porcentaje de manera sustancial, aunque advirtió que no se eliminará por completo.
“No va a estar ni cerca de ese número“, señaló desde el Salón Oval de la Casa Blanca. “Subió hasta ahí, pero bajará bastante. No será cero”, puntualizó el mandatario, marcando un giro en su política comercial hacia el gigante asiático.
Trump justificó originalmente la imposición de altos aranceles como una estrategia para presionar a China en temas sensibles como la lucha contra el fentanilo. Sin embargo, ahora matiza su postura: “Vamos a tratar muy bien a China. Tengo una gran relación con el presidente Xi”.
Aun así, no dejó de lanzar críticas: “China nos estaba tomando el pelo. Usaban el dinero que ganaban con nosotros para fortalecer su ejército. Eso ya no va a pasar”, afirmó con su característico tono desafiante.
Aunque no especificó cuándo ni en cuánto se concretará la rebaja, sí se mostró optimista respecto a las relaciones futuras entre ambas potencias. “Creo que vamos a convivir muy felizmente e idealmente trabajar juntos”, concluyó.
La decisión de Trump ocurre en un contexto de crecientes tensiones comerciales, y mientras desde Beijing ya han advertido que “no aceptarán” acuerdos que consideren lesivos para sus intereses.