Un monumento al burro

Cuando el abogado e historiador Gastón Fernández Montero propuso en La Calera, en un acto en recuerdo de la construcción del ferrocarril, que en este país hacía falta un monumento al burro, causó más de alguna risa o algunos carraspeos de los presentes. Es que lo decía una persona que es una eminencia en muchos aspectos y también un reconocido miembro del Consejo de Monumentos Nacionales.

Aunque el historiador luego se alargó, señalando claramente y con acierto el rol que han tenido los burros en nuestra historia, a más de alguno de los presentes la singular iniciativa le quedó dando vueltas en la cabeza. Por la cara que ponían al comentar la idea, seguramente ya se imaginaban el monumento al burro, con todos sus adminículos a la vista, y el consecuente escándalo que generaría.

Aunque, más allá de esos pensamientos malsanos, ciertamente el burro precisa de un reconocimiento nacional. Una especie de retractación histórica.  No en vano fueron ellos -y sus primas, las mulas- los que tiraron los cañones en la lucha por la Independencia; los que cargaron las piedras para abrir los caminos, los túneles o estirar las líneas férreas; los que sacaron en sus lomos el fruto de las minas, entre muchas otras cosas. Chile no sería lo que es, sino es por los burros y las mulas.

Y, aunque no lo dijo Gastón Fernández Montero, el burro precisa también de una retractación lingüística, pues entre los humanos se asocia su nobleza con ignorancia y se le asigna la condición de burro a cualquiera que peque de saber poco o hable sin argumentos. Algunos de estos personajes -que abundan- denigran con sus personalidades o sus actos, la verdadera condición de los burros. Otro agravio a los nobles brutos de cuatro patas.

Como por estos lados se ha puesto de moda el “animalismo” y hasta, en una comuna aledaña, se elevan estatuas a los perros, yo hago mías las palabras de Gastón Fernández Montero y propongo que la Municipalidad de La Calera asuma el compromiso de construir un monumento al burro.

No en vano en los inicios de la esforzada historia calerana –minera y ferroviaria- los burros han tenido un rol de protagonistas.   Me remito a lo que dijo el eminente Gastón Fernández Montero,miembro también de la Sociedad Chilena de Historia y propulsor de la iniciativa de crear un monumento al burro en La Calera.

Aunque el hecho haya causado más de una escondida risa, el historiador tenía argumentos y razón para proponerlo. Sólo considerando la época en que se construyó el ferrocarril que unió a Chile desde La Calera, donde todo se hacía con sumo esfuerzo, el  enorme rol que tuvieron los burros bien se merece un monumento.  

 

Por Miguel Nuñez