En un avance sin precedentes en el campo de la medicina, un equipo de científicos chinos ha logrado una hazaña que podría cambiar para siempre el tratamiento de la diabetes. Utilizando una innovadora terapia celular, han conseguido que un paciente con diabetes tipo 2, que había padecido la enfermedad durante 25 años, viva sin necesidad de insulina ni medicamentos desde hace 33 meses.
El paciente, un hombre de 59 años, había sufrido graves complicaciones debido a su diabetes, incluyendo la pérdida significativa de la función de los islotes pancreáticos tras un trasplante de riñón en 2017. Los islotes pancreáticos son esenciales para la producción de insulina, la hormona que regula el azúcar en sangre. La deficiencia en la producción de insulina lleva a niveles elevados de glucosa, causando problemas cardíacos, daño a los órganos y ceguera.
En 2021, como parte de un estudio innovador, los científicos le administraron al paciente un tratamiento basado en el trasplante de células mononucleares de su propia sangre periférica, transformadas en “células semillas” capaces de regenerar los islotes pancreáticos. Once semanas después del tratamiento, el paciente dejó de necesitar insulina externa, y un año después, había dejado por completo los medicamentos orales.
El Dr. Yin Hao, investigador principal del Hospital Changzheng de Shanghai, destacó que los exámenes de seguimiento mostraron una restauración efectiva de la función de los islotes pancreáticos del paciente. “Nuestra tecnología ha madurado y ha superado los límites en el campo de la medicina regenerativa para el tratamiento de la diabetes”, afirmó Yin al South China Morning Post (SCMP).
Este logro se enmarca dentro de un contexto donde la diabetes afecta a un gran porcentaje de la población mundial. En China, donde se encuentra la mayor cantidad de pacientes diabéticos del mundo, esta nueva terapia podría suponer un cambio radical. Según la Federación Internacional de Diabetes, 140 millones de personas padecen diabetes en el país, de las cuales 40 millones dependen de inyecciones de insulina a largo plazo.
El estudio, publicado en la revista Cell Discovery, abre la puerta a un futuro donde la diabetes tipo 2 podría ser tratada sin la necesidad de insulina externa. Sin embargo, aunque el hallazgo es prometedor, los científicos advierten que aún queda un largo camino por recorrer antes de que esta terapia pueda ser aprobada y utilizada de manera generalizada. Se necesitarán más estudios para validar los resultados y encontrar formas de simplificar y abaratar el proceso de producción de las células regenerativas.
Timothy Kieffer, profesor del departamento de ciencias celulares y fisiológicas de la Universidad de Columbia Británica en Canadá, quien no participó en el estudio, afirmó que este avance representa un paso importante en la terapia celular para la diabetes. “Si este enfoque finalmente funciona, puede liberar a los pacientes de la carga de los medicamentos crónicos, mejorar la salud y la calidad de vida, y reducir los gastos de atención médica”, concluyó Kieffer.
Con la esperanza renovada en el horizonte, este avance podría marcar el comienzo de una nueva era en el tratamiento de la diabetes, ofreciendo una mejor calidad de vida a millones de personas en todo el mundo.