El reciente anuncio del gobierno de cerrar la Fundición de Ventanas debido al evidente daño que provoca tanto a la salud de las personas como al medio ambiente, ha generado un amplio debate en la opinión pública nacional y regional. Cabe entonces recuperar y evaluar la reivindicación realizada por las autoridades y las élites locales entre 1954 y 1964, respecto de instalar la fundición en Los Vilos.
Efectivamente, hacia comienzos de la década de 1950 los embarques de minerales a través del puerto de Los Vilos se habían reducido significativamente. La baja del precio del cobre en el mercado internacional había provocado una caída en la producción de mineral rojo en la mediana minería de la zona de Coquimbo y Aconcagua y, con ello, un descenso en el flujo de embarcaciones hacia el puerto de Los Vilos.1 En ese escenario, el proyecto de la Caja de Crédito Minero (CACREMI) de establecer una fundición nacional de minerales en la zona central del país, despertó en las autoridades regionales la expectativa de lograr su instalación en las inmediaciones de Los Vilos. En una nota de prensa de octubre de 1954 se señalaba:
“Los Vilos que reúne todas las características convenientes para atender en inmejorables condiciones la recepción de minerales, combustibles y su embarque. La ubicación del puerto sobre la Carretera Panamericana y línea del ferrocarril longitudinal no puede ser mejor para atender las exigencias a que debe ser sometida la industria pesada. El muelle fiscal de reciente terminación, constituye un paso avanzado en este proyecto de progreso regional”.2
No obstante, la decisión del Ejecutivo no fue favorable a Los Vilos. Por el contrario, las autoridades resolvieron que la Fundición se instalara en la localidad de Ventanas. Pese a que a fines de la década de 1950 la decisión ya estaba tomada, la opinión pública de la zona aún no cejaba en sus afanes por ver las humeantes chimeneas de la fundición elevarse en Punta Chungo.
“En la reunión de los Comités pro Adelanto de Los Vilos y Pichidangui que se realizó el 21 del presente en la Hostería Willow se acordó iniciar una extensa campaña hasta lograr que el ejecutivo reconsidere la ubicación de la Fundición Central de Cobre en Ventanas y se decida a ubicarla en Los Vilos para servir a la minería del sur de Coquimbo”.3
Una actitud similar a la de los Comités de Los Vilos y Pichidangui mostró el alcalde de La Serena, Jorge Martínez Castillo, quien, en carta al senador por las provincias de Atacama y Coquimbo, Hernán Videla Lira, le hacía presente:
“(…) un imperativo de franqueza hacia el ciudadano que nos representa en el Senado de la República y que ostenta la alta investidura de representante de los mineros, nos
mueve a manifestarle, seguros de interpretar el sentir reiteradamente expresado por esta esforzada provincia minera del norte de Chile, que se mantiene el anhelo de contar con la Fundición de Cobre, por la que libramos empecinada lucha por su ubicación en el puerto de Los Vilos y alentamos la esperanza que Ud. comparta lealmente este propósito que se confunde con el verdadero interés nacional”.4
La instalación de la fundición de cobre en la localidad de Ventanas se convirtió en un golpe demoledor para las expectativas de dar continuidad a las actividades portuarias en Los Vilos. Una vez concluida dicha instalación (a comienzos de la década de 1960), la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), resolvió suspender los embarques de concentrados de cobre por el puerto de Los Vilos.5 Esta situación derivó en el colapso de las faenas de embarque de minerales en la localidad.
Afortunadamente para la comunidad de Los Vilos la decisión de las autoridades nacionales de instalar la fundición de cobre en Ventanas (materializada en 1964), sustrajo a la comuna de los devastadores efectos que hoy día sufren los habitantes de Ventanas, Quintero y Puchuncaví. No obstante, la situación que afecta a esas localidades nos debiera motivar a debatir y revisar los actuales proyectos que la Minera Los Pelambres se encuentra desarrollando en la Provincia de Choapa y en particular en la comuna de Los Vilos. Pero esa no es solo una responsabilidad que le compete a las autoridades locales. También es nuestra responsabilidad como sociedad civil. Se lo debemos a quienes nos precedieron en la larga historia de nuestra ciudad, como a aquellos que están dando sus primeros pasos en ella. Solo de esa manera podemos demostrar que somos un pueblo que aprende de su historia, se empodera de su presente y aspira a vivir dignamente en el futuro.
Por Igor Goicovic Donoso, Director Doctorado en Historia, Universidad de Santiago de Chile