Una noche en Lima con “Gloria del Pacífico”

(Por Joel Avilez Leiva, Historiador) Con Juan Carlos Oganes no nos conocíamos personalmente. Empujado por su espectacular trailer, su película traspasó las fronteras de Perú y llamó la atención de un prestigioso diario en Chile que le dio cobertura a “Gloria del Pacífico” (2014), hasta ese momento la primera película peruana de larga duración sobre la guerra entre nuestros países- más Bolivia- específicamente del “asalto y toma del morro de Arica” (7 de junio de 1880) como lo conocemos en Chile y que dejaba atrás al clásico telefilm del gobierno militar de Velasco Alvarado (Nuestros Héroes de la Guerra del Pacífico) emitida para el centenario del conflicto.

Esa nota, más mi afición de aquellos años por los grupos de historia bélica de la web, donde se anunciaba el film, bastaron para que me motivara a escribir en el foro, como también en la página Facebook de la productora Emporium.

Intercambios de libros, conversaciones nocturnas, gracias a la magia de Whatsapp, proyectos inacabados de presentaciones en Chile (lo seguiremos intentando) y una cordial relación, que con el tiempo se ha hecho amistad, resumen la travesía de aquellos, mis primeros años de escritura historiográfica.

Así, a finales de 2023 finalmente, pudimos encontrarnos, en el marco de una investigación por un proyecto editorial aprobado por el gobierno regional de Coquimbo. Me acompañó el investigador chileno Patricio Fuenzalida, con el que concurrimos a un departamento en el hermoso barrio de Surco, con pizza y cerveza incluida, en medio de las hermosas colecciones y maquetas inspiradas en la película, asistimos a una, para mí, más que esperada “premiere”.

La cinta es resultado de años de esmerada investigación histórica. Juan Carlos habla de por lo menos 6. Yo diría que no debiese restar su niñez y adolescencia ni la influencia de su padre militar, que lo llevó a recorrer el país y los campos de batalla. Sumado a la influencia de la ya citada “Nuestros Héroes”, de un historial genético que pasa por los persas y samuráis, se comprenderá de mejor manera, que es una persona que ha dedicado su vida entera a la valoración de su historia nacional, pero también, la del resto de protagonistas de este drama.

La película bebe del río de la épica clásica, pero sin caer en los formalismos. Hay un diálogo inteligente, buscando el qué podría haber dicho, dadas las circunstancias y el contexto. Resaltan las figuras de Bolognesi y Ugarte, sendos héroes patrios peruanos, pero también, se destaca a los rivales: el general Manuel Baquedano, interpretado por el soberbio actor argentino Gustavo Mc Lennan (hijo de chileno) y al coronel Pedro Lagos; a las rabonas y cantineras, al soldado raso, al civil y al oficial.

Se ofrece al espectador una historia en paralelo a la batalla del 7 de junio de 1880, el choque generacional entre un joven tacneño que vive en la capital Lima y su padre Vicente, un veterano de la guerra del ’79 que por se encuentra postrado en cama para 1929. Mientras el joven no entiende el por qué quedarse, el padre (Reynaldo Arenas, conocido por su papel como “Tupac

Amaru” de 1984), pacientemente, lo va llevando a comprender que “patria” es más que una palabra.

La historia entonces va y regresa, utilizando el flash back. Uno podría imaginarse que las batallas en sí se llevarían el peso total, pero Oganes sorprende al encarar un arriesgado guion que a nadie deja indiferente y que, deja en claro que no es otra película copia de Holywood, ni que cae en los exóticos recursos de Bolywood. Tanto así, que “Gloria del Pacífico” logró la mención a Mejor Película peruana del año 2014.

Desde mi punto de vista, el film de Juan Carlos Oganes es un ejercicio sociológico al enfrentar al público con la narrativa peruana clásica de la guerra, reafirmando muchos acontecimientos históricos, pero, siendo crítico y dejando a la libre interpretación el por qué la clase política limeña decidió en su momento entrar en una escalada bélica, que perfectamente, pudo resolverse por la diplomacia, en vez de arriesgar las vidas de toda una generación y, por ende, del país.

Las imágenes del público emocionado y agradecido al finalizar la función, entre ellos varios chilenos, evoca al sentimiento de que hay valores humanos que se deben superponer por sobre los horrores de la guerra y la hecatombe. Es aquí donde se agigantan las figuras de Francisco Bolognesi (Carlos Vértiz) y Alfonso Ugarte (Fernando Petong) que dieron un ejemplo de heroísmo a sus compatriotas, siendo reconocido por sus enemigos de entonces.

Tres figuras secundarias destacan, a mi humilde parecer, en el film: Carlos Weguelin (Igor Calvo) chileno francés dueño de una hacienda cercana a Arica y ex compañero de colegio de Baquedano, a quien recibe y presta servicios de información; el coronel Agustín Belaunde (interpretado por el gran Juan Manuel Ochoa, el “jaguar” de la adaptación cinematográfica de la novela “La ciudad y los perros” de Vargas Llosa), único oficial que tras el consejo de guerra decide abandonar a sus camaradas defensores; y, por último, el ingeniero Teodoro Elmore (Martin Abrisqueta), encargado del circuito de minado defensivo de la ciudad y cuya captura permitió minimizar el riesgo al neutralizar las minas explosivas, incluyendo al propio morro.

No me referiré a detalles técnicos, ni de guion, ni de luces, orden de batalla, parches, efectos especiales o de uniformes, maquillaje, barbas y extensiones, pues no es mi área ni tampoco es el objeto de este artículo. Como espectador y amante de la historia, además de descendiente de combatientes chilenos en dicha guerra, puedo señalar que la película me gustó. Y siento que Juan Carlos intentó hacerla lo más respetuosa posible, dentro de un contexto difícil por la naturaleza del tema y sus consecuencias.

“Gloria del Pacífico” es una película absolutamente recomendable, que espero en algún momento se pueda exhibir nuevamente en nuestro país (trabajamos para ello) sin temor del espectador de presenciar una obra anti chilena, sino más bien, pro-peruana, pero de visión crítica y respetuosa del conflicto que inició hace 145 años y ad-portas de un nuevo aniversario de la batalla de Arica.

Mis respetos para el amigo Juan Carlos Oganes.