Cierre de las fronteras, controles sanitarios y confinamiento han hecho más complejo el traslado de drogas internacionales por nuestras rutas.
Una “víctima” singular de la pandemia de Covid 19 es el tráfico de drogas en Chile. Desde marzo pasado, se ha notado una baja en la cantidad de detenidos y formalizados por la Ley 20.000. Para los expertos en la persecución de estos delitos es que el país, en general, no es productor de clorhidrato de cocaína y sus derivados y el cierre de fronteras ha hecho complejo el tráfico internacional.
La situación es muy perceptible en La Calera, lugar de paso del tráfico de drogas. En la ciudad, existe una brigada de detectives especializada en narcóticos. Su actividad permite conocer cómo ha variado el tráfico de drogas, especialmente, a través de la Ruta 5 Norte, donde desarrollan controles permanentes.
En marzo pasado, el tráfico de drogas -especialmente pasta base de cocaína- estaba entre las veinte causas más recurrentes del Tribunal de Garantía de La Calera, con diez casos. Lo señala el informe, de ese mes, de las Estadísticas del Poder Judicial, en referencia a las causas dispuestas por la Fiscalía Local ante Juzgado penal calerano.
Ya en abril, la situación cambia, no en la cuantía de casos, que se mantienen casi igual. Sin embargo, comienzan a aparecer causas ligadas a cultivos y cosechas para producir estupefacientes. Es el momento, en que la cannabis sativa, empezó a tener un rol estelar, que había perdido, en el tráfico de drogas.
En los meses siguientes, los ingresos por causas relacionadas a la Ley de Drogas, se mantuvieron en un nivel semejante. Sin embargo, la marihuana alcanzaba más preponderancia en este tipo de delitos. Un hecho aparte es que durante estos meses, el primer lugar lo empiezan a ocupar los delitos ligados al incumplimiento de las obligaciones sanitarias.
En agosto, y con la ciudad en cuarentena, las causas de drogas (con tres casos) prácticamente desaparecieron. Igual los meses siguientes. Aunque las incautaciones policiales hacen recurrente que la acción delictual está ligada a la marihuana. Los últimos operativos realizados por detectives y carabineros, indican que la cannabis sativa es, prácticamente, la única droga en el mercado de los adictos.
Para el Fiscal Hugo Arismendi Gallegos, quien tiene bajo su responsabilidad la mayor cantidad de causas de este tipo en el Ministerio Público de La Calera, “la baja en el tráfico de pasta base se debe al cierre de las fronteras debido a la pandemia”. Chile no es un país productor de clorhidrato de cocaína y tampoco tiene los ingredientes principales. La experiencia señala que las drogas mayores ingresan por la frontera norte del país y desde allí se trasladan a las ciudades del centro del país.
El cierre de fronteras, el confinamiento, los controles sanitarios, las dificultades de trasladarse de una región a otra han cumplido un importante rol en la baja del tráfico de drogas. Sin embargo, esos mismos hechos han permitido aflorar el tráfico de cannabis sativa. Corresponde a una producción nacional, donde, especialmente en la zona central, se dan los elementos para el cultivo y cosecha.
Las continuas incautaciones en la zona de los peajes carreteros de Pichidangui y El Melón, especialmente, apuntan a algunas localidades de la Provincia de Choapa, como las más activas en la producción de cannabis sativa, incluso con cultivos “indoor” , con nuevas variedades de semillas, con diversas estrategias de traslado y con algún tipo de organización, sin llegar a ser un cártel.
El Fiscal, Hugo Arismendi Gallegos, coincide en que “han subido las causas relacionadas con el tráfico de cannabis sativa. Pero, no han bajado las relacionadas con drogas en general. Tengo varias causas en investigación. Pero es evidente que el cierre de fronteras, los controles en las rutas y otras causas, han hecho mucho más complejo el traslado de las drogas que se preparan en otros países y que circulan por nuestras carreteras”.