Los constantes cortes de suministro y calles en mal estado preocupan a la comunidad, que exige mayor fiscalización a las autoridades.
Los vecinos de Los Vilos han manifestado su malestar por las frecuentes roturas en la matriz y tuberías de distribución de agua potable, responsabilidad de la empresa sanitaria Aguas del Valle. La más reciente el día de hoy, en Avenida Caupolicán, pleno centro de la ciudad. A esto se suman denuncias por reparaciones incompletas, donde solo se remueve y rellena tierra sin solucionar definitivamente el problema, dejando las calles en mal estado y dificultando el tránsito peatonal.
Los afectados señalan que esta situación se ha vuelto recurrente, afectando no solo la calidad de vida de los habitantes, sino también la imagen de una comuna que busca posicionarse como destino turístico. “Cada vez que hay una rotura, cortan el agua por horas, y cuando ‘arreglan’, solo tapan el hoyo sin reparar bien la calle. Es como si fuera una práctica habitual de la empresa”, denunció Marta González, residente del sector.
Ante esto, la comunidad ha hecho un llamado a las autoridades locales y sanitarias a intervenir para exigir soluciones permanentes y una mejor mantención de la infraestructura. “No puede ser que una ciudad que se promociona por su turismo tenga estos problemas básicos sin resolver. Aguas del Valle debe asumir su responsabilidad”, expresó Rebeca Collao, vecina de Los Vilos.
Desde la empresa no se han referido específicamente a las críticas por las reparaciones incompletas, pero en comunicados anteriores han atribuido las roturas a la antigüedad de algunas tuberías y han prometido inversiones en renovación de redes.
Mientras tanto, autoridades locales han anunciado que evaluarán presentar un reclamo formal ante la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) para que se fiscalice el trabajo de la sanitaria. “Es terrible, ellos rompen por todos lados sin resolver. Si se llega a caer alguien después a quien se le reclama”, afirmó el el concejal Fabian Carvajal, quien ha manifestado su preocupación por la situación.
Los vileños esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto antes de que la temporada alta de turismo agrave el problema, perjudicando tanto a residentes como al comercio local.