Científicos chinos han logrado desarrollar una vacuna contra el COVID-19 que se presenta en forma de polvo seco inhalable, alcanzando directamente los pulmones. Este innovador compuesto, creado por el equipo liderado por Guanghui Ma de la Academia China de Ciencias de Beijing, ha demostrado generar una respuesta inmunitaria significativa, previniendo la infección en experimentos con ratones, hámsters y primates no humanos, según informa la revista Nature.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, se ha trabajado arduamente en el desarrollo y aprobación de vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19. La mayoría de las vacunas exitosas hasta ahora se administran mediante inyecciones intramusculares, estimulando la producción de anticuerpos y reduciendo los síntomas, pero no logran inmunizar los tejidos de las vías respiratorias, por donde ingresa el virus.
En contraste, la vacuna en polvo desarrollada por Guanghui Ma se inhala en forma de aerosol de polvo seco en una sola dosis, otorgando inmunidad en las mucosas. Esta novedosa vacuna encapsula una proteína bacteriana no tóxica llamada CTB, modificada para mostrar el antígeno del dominio de unión al receptor del SARS-CoV-2, en microcápsulas lo suficientemente pequeñas para llegar y depositarse en lo más profundo de los pulmones.
La estructura “nano” de estas microcápsulas facilita la llegada del compuesto a los alvéolos, asegurando una liberación continua del antígeno y estimulando una respuesta inmunitaria. Además, se ha probado con éxito tanto con virus ancestrales como con la variante Ómicron, demostrando su eficacia contra diversas cepas.
Esta vacuna de inhalación, administrada en una sola dosis, ha mostrado eficacia al ser aplicada en el tejido mucoso de los pulmones, con liberación sostenida del antígeno y captación satisfactoria por las células presentadoras de antígeno. También ha inducido un aumento a largo plazo en la producción de IgG e inmunoglobulina A (IgA) en modelos animales, proporcionando una protección eficaz contra la infección por SARS-CoV-2.
Además, el polvo se ha revelado como estable a temperatura ambiente después de un mes de almacenamiento, lo que podría reducir significativamente los costos asociados con el almacenamiento y transporte de la vacuna, haciéndola más accesible.
Los investigadores consideran que esta vacuna inhalada representa una vía “prometedora” para prevenir el COVID-19 al dirigirse directamente a las células pulmonares, generando una respuesta inmunitaria más robusta que las vacunas tradicionales. Aunque aún no se ha confirmado su seguridad y potencia inmunitaria en ensayos clínicos en humanos, de tener éxito, podría ofrecer una forma eficiente de administrar una vacuna capaz de inmunizar la mucosa respiratoria, no solo contra el COVID-19, sino también contra otras enfermedades respiratorias, según concluye el estudio.