El domingo 5 de diciembre marcó el fin del breve mandato de Darwin Ibacache Olivares como gobernador regional, un cargo que asumió en septiembre tras la destitución de la exgobernadora Krist Naranjo. Este illapelino, militante democratacristiano, pasó de ser consejero regional del Choapa y funcionario municipal a ocupar el máximo puesto del gobierno regional, un periodo que no estuvo exento de controversias.
De la cercanía política al ascenso regional
Ibacache, conocido por su vínculo con la familia Cortés, inició su carrera política en Illapel. Fue parte del equipo de confianza del exalcalde Denis Cortés y, posteriormente, del actual edil del mismo apellido. Según fuentes cercanas a la DC, su ingreso al partido se debió a su relación con esta familia, que no solo lo integró a la gestión municipal, sino también a su círculo político más cercano.
El ascenso de Ibacache a la gobernación fue resultado de un proceso que muchos consideraron una solución de consenso para mantener el equilibrio político tras la salida de Naranjo. Sin embargo, las semanas finales de su gestión estuvieron marcadas por cuestionamientos éticos, decisiones administrativas polémicas y acusaciones de favoritismo.
Controversias y cuestionamientos éticos
Una de las decisiones más criticadas fue la prórroga otorgada a Krist Naranjo para continuar utilizando la casa fiscal de La Serena, cuando su estadía debía concluir en noviembre. Este hecho generó fricciones internas en el gobierno regional, con voces que cuestionaron la legalidad y el trasfondo político de la medida.
Otro episodio delicado fue la gestión del financiamiento para la Escuela de Medicina de la Universidad de La Serena. Aunque inicialmente no se aseguraron los recursos necesarios de la Subdere, Ibacache logró un acuerdo tripartito tras intensas negociaciones. No obstante, las tensiones alrededor de esta iniciativa pusieron en jaque su liderazgo.
Además, su relación con Illapel volvió a generar sospechas de conflicto de interés. Actas revisadas por Aquí Coquimbo revelaron que Ibacache se abstuvo en algunas votaciones relacionadas con proyectos para la comuna, pero no en otras donde el municipio de Illapel era parte de un conjunto de beneficiarios.
Críticas internas y falta de carácter
La llegada del actual gobernador, Cristóbal Juliá, dejó al descubierto más críticas hacia Ibacache. Juliá lo acusó de dejar “cargos amarrados” y no cumplir con la entrega de informes comprometidos. Asimismo, la Nueva Asociación de Funcionarios del GORE denunció irregularidades en las designaciones y renovaciones de contratos durante su administración.
Uno de los puntos más controvertidos fue la decisión de prorrogar contratos de funcionarios provenientes de Illapel hasta el 5 de enero, pese a que varios días de ese periodo eran feriados o fines de semana. Estas acciones, según los funcionarios, afectaron la transparencia y ética de la gestión.
Otro de los cuestionamientos hechos al exgobernador Ibacache, se relaciona con sus viajes, ocho de ellos lo hizo en actividades en Illapel, incluso viajando con viático a otra comuna de la provincia de Choapa. Según revela Aquí Coquimbo, Ibacache detalló en su cometido que pernoctaría en su casa particular, pero de igual forma cobró viático que cubría su alojamiento.
Fuentes internas señalaron además que Ibacache carecía de firmeza en la toma de decisiones, lo que lo llevó a delegar en exceso a la administradora regional y otros profesionales, debilitando su posición como líder del gobierno regional.
El legado de un liderazgo cuestionado
El paso de Darwin Ibacache por la gobernación regional dejó más preguntas que respuestas. Su gestión, aunque breve, estuvo marcada por polémicas, decisiones controvertidas y la percepción de un liderazgo influido por su entorno político.
Aquí Coquimbo intentó obtener declaraciones de Ibacache sobre los cuestionamientos a su administración, no teniendo respuesta por parte del exgobernador