El desafío de Hokimai que reunirá a remeros de varias partes del mundo

La presidenta de la ONG Hoki Mai, Verónica Tuki Hito, junto al coordinador general, el ciudadano francés Hilles Bordes, se encuentran en la quinta región difundiendo lo que será el: “Desafío HOKI MAI”. Proyecto que consiste en una travesía a bordo de un par de canoas polinésicas con capacidad para seis personas, que zarparán desde la Isla Rapanui con dirección al Parque Marino Motu Motiro Hiva, ubicado en las Islas Salas y Gómez. (Foto gentileza Brutal Sports)

Para ello, deberán remar durante tres días y dos noches, sin parar, objeto cubrir una distancia de 250 millas náuticas. En este lugar se instalará un moai mujer. Toda esta actividad se realizará dentro de un área marítima, conocida como Triángulo Polinésico.
Verónica nos explica que: Hoki Mai, significa: “traer de regreso”, por ello esta ONG promueve valores de respeto, unión y cooperación de los pueblos a través del deporte y la cultura; protección del medioambiente y océanos; destacando a la mujer como promotora de una cultura de paz y no violencia”.
Los objetivos del desafío son:

Unir a los usuarios del Pacífico, por medio del deporte y dar a conocer la cultura Rapa Nui.
Tallar un Moai Vahine o Moai Mujer, por primera vez en la historia. En honor a María Angata Veri Tahi (1853- 1914) y a las mujeres que acompañaron al líder social y emergente Alfonso Rapu Haoa el año 1964. Para colocarlo, en lo que se supone, es el área marina protegida menos intervenida del mundo.

En términos medio ambientales: poner en el tapete el cuidado de los Océanos.

Las tripulaciones cuentan con participación confirmada de representantes de todo el pacífico, Nueva Zelanda, Hawái, Tahití y Rapanui. Por ejemplo: Hiria Rolleston es de Nueva Zelanda, Tehira Roopinia y Errol Maoni son de Tahití. Tumaheke Durán, capitán de la canoa: “Va´a”, se entrena junto a otros tres Rapa Nui. También viene el mejor remero de Europa: Cedric Leseur. En tanto que un alumno y un científico de la Universidad Católica del Norte también se preparan en Coquimbo.

El zarpe está previsto para el día 3 de diciembre y la Armada de Chile junto con proporcionar un buque que acompañará a las embarcaciones, proveyéndoles la seguridad necesaria ante cualquier imprevisto, además aportará con dos remadores.

En este momento la ONG HOKIMAI se encuentra abocada en la búsqueda de auspiciadores para cubrir los múltiples gastos que genera un desafío como este. Previamente, reclutó Biólogos Marinos, dispuestos a realizar la travesía y ver con sus propios ojos el actual estado de conservación del parque marino más grande de Chile, lo que sin dudas marcará sus vidas en lo personal y profesional.

En este contexto el sábado 4 de junio, Hugo Quilodrán Jiménez presidente de la Fundación ISPAKUL Killota, se reunió en Concón con Hilles Bordes coordinador general de la ONG Hoki Mai, para conocer más acerca del desafío y buscar maneras de apoyarlo, ya que dentro de los objetivos propios de la Fundación ISPAKUL Killota, está fomentar el deporte y acercar a las personas al Océano Pacífico, mientras que al proyecto le beneficia cualquier tipo de difusión.

“La figura del Parque Marino Motu Motiro Hiva fue creada el 2010 y sirvió para visibilizar la diversidad biológica existente en la masa de agua alrededor de nuestras islas, pero se requiere más presencia para una real protección de todos los vectores en la zona. Por otra parte, es lamentable como la cultura asociada a la navegación se ha perdido. Sin embargo, cada cierto tiempo iniciativas como esta nos recuerdan nuestro pasado ligado al océano, al que insistimos en dar la espalda. El año 2016, fue la película “Moana”, que enseñó a los niños del mundo, un estilo de vida polinésico donde el ir de isla en isla, significaba vencer el miedo primero a las olas y luego al arrecife. Para adentrarse en un mar desconocido, donde es primordial la observación de las estrellas y los astros para posicionarse en medio de la nada. La canoa polinésica o Hoe Vaka, es un patrimonio inmaterial por ser una práctica ancestral. Comenzó a ser difundida como deporte a contar del 2013 en el continente. Para dominarla requiere que sus seis remeros logren un nivel de sincronización óptimo y la mantengan por un lapso de tiempo no menor, lo que exige coordinación, fuerza y resistencia” nos cuenta Hugo Quilodrán.