Elecciones 2024 ¿Qué nos depararán las próximas municipales y regionales?

Por Mario Pizarro, Administrador Público

Es importante que en las próximas elecciones, más que un festival de videos llamativos y frases repetidas, exista de parte de los candidatos y de los partidos políticos, planteamientos claros y realistas para el país y para los territorios; al mismo tiempo, es vital que la población se informe sobre estos procesos, aceptando el desafío de informarse, involucrarse y tener una opinión.

Las municipales y regionales de este 2024 son justamente después de dos experiencias constitucionales; en la primera oportunidad se le ofreció al país una constitución que podríamos definir, de forma somera como “muy de izquierda”, y, la segunda, “muy de derecha”, ambas rechazadas. Todo esto en un contexto cargado de elecciones:

  • Octubre de 2020: plebiscito constitucional de entrada, en donde se decidió redactar una nueva constitución.
  • Mayo de 2021: elecciones de alcalde y concejales, gobernadores regionales y consejeros regionales.
  • Noviembre y diciembre de 2021: elecciones presidenciales y parlamentarias, cuyo resultado es el gobierno del presidente Gabriel Boric.
  • Septiembre de 2022: plebiscito de salida, en donde la opción rechazo se impuso con el 61,89%. Gran derrota para el gobierno.

Ante este resultado, el mundo político tuvo la siguiente reflexión: el país no quiso esta constitución, pero sigue queriendo una nueva constitución, por lo tanto, hay que hacer otro proceso. Dando pie a un nuevo proceso.

  • Mayo de 2023: elección de consejo constitucional, donde la derecha obtuvo el 56,5% de los votos, siendo el gran ganador el partido de extrema derecha, Partido Republicano.
  • Diciembre de 2023: plebiscito de salida del segundo proceso constitucional, que tuvo por resultado el que 55,77% de los votos se pronunció en contra, quedándonos con la misma constitución.

Esta tormenta de elecciones ha mostrado cómo el electorado se ha enamorado de algunas ideas, de las cuales rápidamente se ha desenamorado. En ese mismo orden, la opinión pública se decepcionó de los nuevos partidos políticos, con escándalos como el del caso “Convenios”, y sobre todo, porque persiste la oscura relación entre empresariado y política, lo que se refleja en las reuniones que se venían llevando a cabo desde 2022, donde al menos seis ministros de estado se reunieron con influyentes empresarios relacionados a la gran minería, la industria, inversiones y empresa en general. Reuniones que nunca se transparentaron de forma seria.

Ahora bien, de cara a las municipales y regionales, y considerando lo ocurrido en los últimos 4 años, podemos decir que, primero, el voto ha sido tremendamente volátil, develándose en términos generales un importante voto conservador de centro, el que ha impedido generar grandes cambios institucionales, por lo tanto, cualquier gran cambio institucional debe hacerse con el convencimiento de este centro conservador.

Segundo, una reforma constitucional que sí tuvo éxito, fue la que dispuso el voto obligatorio de todas las elecciones, lo que va a generar una nueva masa de votantes, ya que el padrón electoral aumenta al doble, y no se puede saber a ciencia cierta el comportamiento de estos nuevos votantes, quienes podrían transformarse en la llave para las próximas elecciones.

Y tercero, en algún momento se decía con mucha vehemencia que lo “nuevo” es mejor, y ese concepto ha cambiado, se ha producido una valoración de la experiencia, prueba de ello es el nombramiento de la actual Ministra y el actual Subsecretario del Interior, quienes vienen de partidos tradicionales a implementar políticas relacionadas a la seguridad de la población, ante el evidente cambio en las formas criminales en nuestro país. Esto último, si se ve como una señal, abre la posibilidad de una inclinación electoral a posiciones más conservadoras, incluso por fuertes discursos anti delincuencia y/o anti migración, muy relacionados a formas de pensamiento y gobierno autoritarios, y no ha de sorprender la proliferación de candidatos con un estilo y discurso dignos de un mini Bukele.