A partir de la medianoche del sábado 11 los relojes se adelantarán 60 minutos, lo que permitirá un mejor aprovechamiento de la luz natural.
Este fin de semana los relojes, computadores y notebooks de los habitantes de la Región de Coquimbo deberán adelantarse 60 minutos, para dar inicio al horario de verano en Chile.
A partir de la medianoche del sábado 11, los relojes tendrán que ajustarse al nuevo Huso Horario (GTM-3), lo que permitirá disponer de luz natural para la jornada de la tarde, ya sea para traslados del trabajo a las casas, o bien para actividades recreacionales.
De esta manera, se pone fin al último decreto 253 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública que estableció los Husos Horarios en Chile, y a contar de ahora se espera una definición oficial de la Ministra de Energía, Susana Jiménez, respecto de lo que sucederá en con los cambios de horario desde 2019 en adelante. Para ello se procedió a un proceso de consulta con diversas instituciones, tanto públicas como privadas, para que entregaran sus antecedentes técnicos.
El actual horario de verano regirá para todo Chile continental al igual que en la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, donde ya rige el horario único (GTM-3).
El Seremi de Energía, Alvaro Herrera, comentó que uno de los aspectos a considerar es que a contar de la próxima semana la ciudadanía dispondrá de mayor luminosidad en las tardes, buscando un impacto positivo en materia de seguridad pública. Sin embargo, a nivel de ahorro energético, la autoridad precisó que no es tal relevante (menos del 1% por ciento del consumo eléctrico en un año), a diferencia de décadas anteriores “cuando en la utilización de la energía tenía mayor predominancia la iluminación”.
Herrera precisó que en los casos de las personas que deben cumplir turnos o labores, en el momento que ocurra el cambio de horario de la medianoche del sábado, “lo que se considera es la cantidad de las horas trabajadas que considera el turno”.
El Ministerio procurará formular el anuncio con varios meses de anticipación para que los diversos actores involucrados con el cambio de hora puedan efectuar todos los ajustes tecnológicos de manera planificada.
