Mucho se ha habla de lo mal que estamos como país en la enseñanza del inglés, pero poco de las estrategias exitosas que se están implementando en diversos lugares de Chile y que están permitiendo que los estudiantes, especialmente de colegios municipales, aprendan este idioma desde temprana edad.(Por Marcela Marzolo Directora Ejecutiva Fundación Educacional Oportunidad)
Cuando invitamos a los apoderados a que utilicen simples palabras o que realicen preguntas a sus hijos y que estos respondan en inglés, cuando les enviamos un audio de whatsapp o una comunicación con canción simple para que sus hijos y ellos practiquen en sus casas, estamos involucrando a la familia en el proceso de enseñanza y de esta forma reforzando día a día lo que aprenden en la sala de clases. Esta es una de las estrategias exitosas de la profesora Claudia González en la comuna de Paihuano.
En la escuela Edmundo Vidal Cárdenas de Vicuña, el director Ruperto Pizarro – nominado como uno de los 5 mejores profesores de Chile – está sumando otras asignaturas en la enseñanza del idioma. Así, en su establecimiento, todos los profesores refuerzan el inglés pidiendo que utilicen el idioma para saludar, pedir permiso para ir al baño, pedir la palabra, entre otras expresiones simples. De esta forma, el inglés no queda sólo como una asignatura más del currículo, sino que se extiende de manera transversal a todo el establecimiento.
Cuando el objetivo de potenciar la enseñanza del inglés se convierte en una meta comunal, se logran concretar actividades que involucran a alumnos, docentes, apoderados y directores, como ocurre en las comunas Vicuña y Paihuano en el Valle de Elqui, donde durante el año organizan concursos de poesía, deletreo en inglés (Spelling Bee) y festivales de la canción, de manera de incluir a toda la comunidad escolar y a la comuna en la enseñanza de este idioma.
Ya no basta sólo con clases de calidad y con líderes comprometidos. El aprendizaje del inglés se puede alcanzar cuando contamos también con una comunidad educativa que participa activamente en la enseñanza de este idioma, desde los sostenedores, pasando por el equipo directivo y sumando a los apoderados.
Cuando contamos con la voluntad y las ideas, pero sobre todo cuando nos atrevemos a probarlas, y más aún, cuando luego de probarlas analizamos reflexivamente los resultados y cuando compartimos estos aprendizajes con otros que buscan un mismo objetivo, se termina generando un trabajo en red y se logran comunidades que aprenden.