En un sombrío día de junio, la comunidad de Los Vilos se vio conmocionada por la inesperada noticia del fallecimiento de Gabriel Flores Gahona, conocido cariñosamente como “Pilucho”. Este querido personaje local deja un legado imborrable como emprendedor, amante del fútbol y figura emblemática de la gastronomía vileña.
Nacido y criado en la población CORVI San Pedro, Gabriel continuó el legado familiar al hacerse cargo de la Fuente de Soda fundada por su padre, don Italo, en la Avenida Caupolicán. Junto a su esposa y sus tres hijos, dedicaron su vida a este negocio que se convirtió en un punto de encuentro para los amantes del fútbol y la buena comida.
“Pilucho” fue reconocido por su pasión por el fútbol, siendo un ferviente hincha de la Universidad de Chile. Su local era el epicentro de las celebraciones de los seguidores azules en Los Vilos. Recordado por su frase “ahora me puedo morir tranquilo” tras ver a la U ganar la Copa Sudamericana, Gabriel encarnaba el espíritu del verdadero aficionado.
En los últimos años, Gabriel alcanzó reconocimiento nacional por sus innovaciones culinarias, como los churrascos y chacareros de locos, que no solo deleitaban a los comensales sino que también contribuían al fomento del turismo en Los Vilos.
Además de su faceta empresarial, Gabriel mantuvo el vínculo familiar con el Club Deportivo y Social CAPICUA, siguiendo los pasos de su padre y hermanos.
La partida de Gabriel “Pilucho” Flores Gahona deja un vacío en la comunidad vileña. Sus amigos y vecinos lo recuerdan como un hombre sencillo que supo ganarse el cariño y respeto de todos con su dedicación y carisma.
La familia Flores Gahona, incluyendo a su esposa Nana, sus hijos Sebastián, Gabriel y Belén, así como sus hermanos y su madre, la señora Delicia, reciben las condolencias de una comunidad agradecida por el aporte de Gabriel a la vida y cultura de Los Vilos.
Que descanse en paz este hijo ilustre de Los Vilos, cuya memoria perdurará en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.