Se trata de mascarillas reutilizables que pueden lavarse hasta 50 veces, solo perdiendo un 1% de la eficacia del cobre.
El cobre ha acompañado a la humanidad desde sus inicios, ya que es uno de los metales que, en bajas concentraciones, son esenciales para el metabolismo de las células animales y vegetales.
Sus propiedades para prevenir infecciones eran reconocidas desde la antigüedad. A comienzos del siglo XX, previo a la era antibiótica, diferentes compuestos químicos de cobre fueron utilizados en el tratamiento de patologías infecciosas, como impétigo, tuberculosis y sífilis1.
En la última década se ha revitalizado el concepto del cobre como antimicrobiano, se han realizado estudios de laboratorio y a nivel clínico para demostrar su eficacia, por lo cual en los próximos años se espera que el cobre se integre a la infraestructura hospitalaria como un elemento de ayuda en la lucha contra las infecciones. Para Chile, principal productor de cobre en el mundo, es un tema de alto interés.
En este sentido, la Universidad de Berna, en Suiza, dio la razón, ya que luego de una serie de investigaciones, certificó que las mascarillas con nanopartículas de cobre patentadas por la empresa chilena The Copper Company eliminan el COVID-19 en cinco minutos.
Específicamente, el estudio realizado por el laboratorio del Instituto de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de le mencionada universidad, precisó que estas mascarillas eliminan el 85% del COVID-19 en cinco minutos, y el 95% de éste en dos horas.
Para entender cómo fue posible lograr este grado de efectividad, es necesario revisar lo que sucede desde un lente científico. Según cita el sitio GreatReporter, “la acción del cobre sobre los hilos de los tejidos desintegra la membrana plasmática del SARS-CoV-2 a través del intercambio iónico, lo que evita que el virus se reproduzca”.
En este caso, el tejido fabricado en Chile por The Copper Company “incluye nanopartículas de cobre, ya que cuanto más pequeñas son, mayor es el efecto en términos antivirales”, se señala en el estudio.
The Copper Company tiene sus tejidos patentados, probados por la Unión Europea como dispositivo médico, y cuenta con la certificación CE. En el caso de sus máscaras, son reutilizables: después de 50 lavados la eficacia del cobre disminuye solo en un 1%.
Además, sus textiles se utilizan para máscaras y también para la fabricación de textiles para el hogar y centros de salud, que incluyen vitamina E y D.
Como explica la fundadora de The Copper Company, Luz Briceño, el textil creado por la empresa chilena es el primero en ser probado contra la cepa SARS COV-19 donde el estudio de Berna demuestra la efectividad del cobre en textiles para combatir el virus, estableciendo la empresa como pionera y referente mundial.
El cobre, junto con el oro, fueron los primeros metales utilizados por el hombre, actividad que se inició hace más de 9.000 años. En la actualidad el consumo de cobre a nivel mundial es del orden de 18 millones de toneladas anuales (2,6 kg per cápita, estimando una población mundial de 6.800 millones). Este uso solamente es superado por el hierro y el aluminio (WBMS, 2008, Oficina Mundial de estadística del metal)