Durante la mañana de este sábado se desarrolló una reunión informativa en el balneario de Pichidangui, instancia que contó con la participación del senador por la región de Coquimbo, Sergio Gahona, la asesora ambiental de la Fundación Protege Los Molles, Bárbara Astudillo Delgado, y dirigentes vecinales del sector, quienes manifestaron su absoluto rechazo a la instalación de una planta de pirólisis destinada al reciclaje de neumáticos de alto tonelaje.
En el encuentro, los vecinos expresaron su preocupación por las consecuencias medioambientales y sociales que tendría el proyecto en una zona declarada turística, caracterizada por su alta biodiversidad, presencia de humedales, desembocaduras de ríos y una economía local basada principalmente en el turismo y la riqueza natural.
El senador Sergio Gahona señaló que, si bien el reciclaje es una actividad necesaria, la ubicación del proyecto resulta completamente inadecuada, al emplazarse en medio de asentamientos humanos y muy cerca de ecosistemas sensibles.
“Pichidangui es un balneario, una zona de rica biodiversidad, y la gente vive del turismo y de la naturaleza. Instalar una planta de esta magnitud en medio de las personas y cerca de humedales nos parece un despropósito”, afirmó el parlamentario.
Gahona agregó que ya existe una denuncia presentada ante la Superintendencia de Medio Ambiente, apuntando a una eventual subevaluación u omisión de información en la consulta de pertinencia ambiental del proyecto.
“Tenemos la impresión de que aquí se ingresaron datos que no corresponden o fueron subevaluados. Por eso el llamado es a que la Superintendencia tome cartas en el asunto. Las obras ya están paralizadas hasta contar con un pronunciamiento oficial”, enfatizó.
Por su parte, la asesora ambiental Bárbara Astudillo Delgado, de la Fundación Protege Los Molles, explicó que el conflicto surge por un cruce entre ordenamiento territorial, uso de suelo y afectación directa al ecosistema y a los asentamientos humanos, en una localidad que no tiene vocación industrial.
Detalló además que la paralización actual responde tanto a observaciones de la Dirección de Obras Municipales como a una denuncia formal ante la Superintendencia por una posible elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Respecto al proceso de pirólisis, Astudillo advirtió que se trata de una tecnología obsoleta, que genera altas temperaturas, emisiones atmosféricas y vertimiento de residuos líquidos, lo que resulta especialmente grave en una zona con escasez hídrica como Pichidangui.
Asimismo, indicó que la planta estaría orientada al manejo de neumáticos de alto tonelaje, asociados principalmente a la industria minera y al transporte de carga, descartando que se trate de residuos domiciliarios de la comunidad local.
La presidenta de la Junta de Vecinos Altos de Pichidangui, Aurora Muñoz González, relató que los vecinos se enteraron del proyecto de manera informal y sin información clara por parte de las autoridades.
“Aquí hay familias jóvenes, adultos mayores, niños y personas enfermas. Es evidente que nos vamos a ver afectados. Esta empresa no tiene permisos y no la queremos aquí. Vamos a seguir adelante con el movimiento para que se instale en otro lugar donde no dañe a nadie”, sostuvo.
Finalmente, tanto autoridades como vecinos coincidieron en la necesidad de avanzar hacia un desarrollo verdaderamente sostenible, que armonice el crecimiento económico con la protección del medio ambiente y la calidad de vida de las personas, reiterando el llamado a que las instituciones ambientales actúen con rigor y transparencia frente a este tipo de proyectos.









