La región cuenta con 1.086 buzos artesanales (vigentes y no vigentes). Desde el año 2004 al 2017, se han contabilizado 160 accidentes. Durante el año 2017, hubo 8 accidentes, mientras que a la fecha durante el 2018, ya van 5.
Con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de los buzos de la región de Coquimbo a través de educación, charlas informativas y conocimiento de su entorno tanto laboral como familiar, es que la SEREMI de Salud y la DIRECTEMAR se comprometieron a seguir trabajando en conjunto para lograr este fin.
Desde el año 2016, ambas instituciones han trabajado a través de la Mesa de Buceo Seguro, donde participa además la Dirección del Trabajo, Hospitales de Coquimbo y Los Vilos, entre otras. Esta alianza ha permitido crear un programa de trabajo que busca mejorar las condiciones en las que se desempeñan los buzos de la región y, además, realizar una intervención familiar como una forma de involucrar a los cercanos en la prevención de accidentes.
Para el Gobernador Marítimo de la Región de Coquimbo, Capitán Sigfrido Ramírez, la prevención es el principal eslabón para evitar accidentes por lo que se comprometió a seguir trabajando junto a la SEREMI de Salud, “desde ya comprometer los mayores esfuerzos para poder lograr que no tengamos ningún accidente más de buceo y trabajar juntos en la prevención, principalmente a través de la capacitación y fiscalización en las zonas de trabajo”. Respecto a la Cámara Hiperbárica, el Capitán Ramirez señaló que “ojalá no tengamos nunca un buzo accidentado o fallecido y, ojalá, una eventual cámara hiperbárica fuera superflua, innecesaria, entonces el esfuerzo hay que concentrarlo en la prevención, el objetivo es que no tengamos accidentes”.
Por su parte, la Autoridad Sanitaria, que es quien precede la Mesa de Buceo Seguro en la región, se ha propuesto como desafío mejorar las condiciones en las que se desempeñan los buzos puesto que en su mayoría son desprotegidos de un seguro social y, además, a nivel nacional representan un número significativo de accidentes.
“En estos años, lo que hemos hecho, principalmente, es hacer el diagnóstico de la situación actual de los buzos en donde nos vemos enfrentados a situaciones de precariedad en temas de educación, vivienda, alimentación, de conectividad, entonces la situación a resolver es un poco compleja, ya que la actividad se viene desarrollando desde hace muchos años y en las mismas condiciones entonces cambiar esas condiciones va a significar un esfuerzo significativo”, señaló Pablo Rojas, Encargado de la Unidad de Salud Ocupacional, quien lidera la mesa en la región.