(Por Hugo Quilodrán Jiménez, presidente de la Fundación ISPAKUL Killota).-
A mediados de diciembre, junto a 42 compañeros, recibimos nuestra acreditación como: “Voluntarios en Acompañamiento Oncológico”. Durante la ceremonia y a manera de motivación nos expuso Bernardita Hetreau Letelier sobre su experiencia de conocer el sistema francés de Voluntariado en Cuidados Paliativos. Gracias a su charla, entendimos el ciclo completo de esta capacitación, única en nuestro país.
Bernardita es de profesión socióloga y nos contó que entre los años 2018 y 2020 estuvo en Francia donde este tipo de voluntariado está garantizado por ley. Ese plus específico, de conocer en terreno esa realidad, le permitió crear el modelo de curso que la Fundación Cáncervida ha disponibilizado por segundo año consecutivo en la formación del voluntariado en Chile.
Entre otras cosas, ella nos explicó que en el país galo el proceso es largo y selectivo, donde más de 350 Asociaciones financiadas por el Estado, ya han realizado el reclutamiento y selección de 8.000 voluntarios. Quienes finalmente entregan su servicio gratuito a la Comunidad, en un sistema de turnos rotativos con un máximo de media jornada a la semana. Lo cual contracta con la realidad chilena donde la deserción supera la captación de nuevos voluntarios, con una demanda no satisfecha y un agotamiento de los equipos.
Siguiendo el ejemplo francés, la Fundación Cáncervida se fijó los siguientes objetivos: Educar entregando conocimientos básicos en Cuidados Paliativos. Formar voluntarios en Cuidados Paliativos. Apoyar a pacientes y familiares. Crear una red de voluntariado. Pero respetando siempre los niveles de exigencia, siguiendo la lógica francesa que impide acreditar a todos los alumnos que realizan el curso, solamente a los que aprueban.
Algunos de los voluntarios acreditados de la promoción 2023.
Al entregar por segundo año, ese capital humano de voluntarios correctamente instruidos a la sociedad, se busca suplir las necesidades de pacientes de CP y sus familiares. Aliviar la carga de los equipos de salud. Pero, además la promoción 2023 ha impulsado la creación de una base de datos a nivel nacional, con todos los alumnos que han realizado este curso. Cumpliendo así los cuatro objetivos propuestos. Así los exalumnos se han convertido en verdaderos embajadores de la Fundación Cáncervida, al formar parte de una incipiente Red Compasiva.
Recientemente el año 2021 salió a la luz la ley 21.375 que consagra los cuidados paliativos y los derechos de las personas que padecen enfermedades terminales o graves, pero esta no considera la participación de ningún tipo de organización formadora de voluntarios. Mientras eso no ocurra, no tendremos estadísticas oficiales que nos permiten saber cuántos voluntarios formalmente capacitados poseemos, solo tendremos un estimado de la necesidad basados en la cantidad de pacientes existentes.
Esperamos que la promoción 2024, nos permita superar la cifra de cien acreditados. Mientras tanto sin duda alguna, el ejemplo francés seguirá siendo el más digno de imitar.