El abogado Claudio Olavarría, quien fue destituido de su cargo como asesor jurídico de la Intendencia, denuncia que todo el proceso en su contra se trató de una “vendetta de la ex Intendenta Lucía Pinto”, luego de haber detectado una serie de problemas en los tratos directos para el arriendo de los camiones aljibes que transportan agua a los rincones más golpeados por la sequía en la región. Decía que se pagaban sobreprecios y recomendaba licitaciones abiertas. Su opinión le habría costado caro.
En una entrevista concedida a Latercera.com, el profesional asegura que “He sufrido persecución laboral por la exintendenta Lucía Pinto, pues cuando le expresé que se estaban haciendo mal las cosas, ella ordenó sumariarme. Me ha dañado mucho en mi honra”.
Un calificativo completamente distinto de Lucía Pinto tiene el responsable de su designación como Intendenta de la Región de Coquimbo, el diputado de la UDI, Sergio Gahona, quien precisa que “La exintendenta es una persona extraordinariamente calificada” “Tuve que trabajar con ella en distintas materias relacionadas con la coordinación regional y puedo decir que es una persona competente”, asegura.
El parlamentario -según revela Latercera.com- fue al artífice de toda la acelerada carrera política de Lucía Pinto ya que sin redes propias, Pinto recurrió a las de su padre, Floridor Pinto. A través suyo conoció a Sergio Gahona, un militante UDI que venía del mundo de la educación y había ganado protagonismo en la zona al ser nombrado intendente en el primer gobierno de Sebastián Piñera. Este le ofreció ser su jefa de gabinete. A partir de entonces, sería su “padrino político”.
El perfil de Pinto continuó elevándose al alero de Gahona, quien para entonces ya se había convertido en el actor político más influyente de la UDI en Coquimbo, según cuentan diferentes cuadros locales de Chile Vamos. Pinto ganó aún más protagonismo en 2017, como una de las más activas estrategas territoriales de la segunda campaña presidencial de Sebastián Piñera.
“Renuncié a la UDI porque no me dejaron competir en una primaria con Lucía”, dice Darío Molina, que fue diputado entre 1998 y 2006 y gobernador del Limarí durante la gestión de Pinto. “(Sergio) Gahona y el presidente regional Óscar Tapia tuvieron mucho que ver con eso. Evitaron a toda costa cualquier competencia. Me ofrecieron definir con una encuesta, pero no era justo; ella tenía toda la exposición”.
La caída de la intendenta de Coquimbo, investigada por presunto fraude al Fisco, ha develado una serie de problemas en la administración regional y las infaltables rencillas políticas locales.
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