Centenares de personas despidieron los restos la tarde de este martes de Osvaldo Barraza de 35 años y su hijo Cristofer tras el fatídico día en que perecieron por las llamas en el incendio que se declaró en su casa habitación sector de la Villa en la localidad de Huentelauquen Sur, comuna de Canela.
El hecho estremeció a toda la comunidad del poblado y solo ayer después de los exámenes de rigor llevados a cabo por la investigación sus cuerpos finalmente descansan en paz en el cementerio de Huentelauquén Norte.
El dolor embargaba no solo a la familia sino también a todos sus compañeros y amigos, quienes acompañaron al traslado de los cuerpos a su morada final en el campo santo.
La investigación del trágico final de padre e hijo está en manos de la Fiscalía de Los Vilos, la que deberá determinar las causas precisas de la muerte de ambos.