Su recorrido emblemático, el carácter histórico y el auge de esta disciplina ayudan a entender su éxito.
Cada vez está más cerca la nueva edición de la Maratón de Santiago, prevista en este 2025 para el día 18 de mayo. Se trata de una cita ineludible para los corredores aficionados, que tienen la oportunidad de escoger alguna de sus modalidades, ya sea en la categoría que le da nombre (la de los 42 kilómetros), en la Media (de 21) o en la más popular de 10k. Cada uno puede participar según sus circunstancias y objetivos.
Y, precisamente, éste es uno de los motivos por los que esta prueba está cosechando tanta notoriedad y agrupa a tantos participantes. En el 2024 el cupo ya era superior a los 30.000 participantes, convirtiéndola en una de las más importantes de la región y, por supuesto, en la más representativa de Chile. Pero, evidentemente, existen más razones para explicar su popularidad.
En primer lugar, hablemos del running y de su auge en los últimos años. Es todo un fenómeno para los deportistas amateurs, que empezaron esta afición como un método para ponerse en forma y han ido ampliando sus objetivos. A partir de cierto momento y de avance en los resultados, estos corredores empiezan a plantearse metas más ambiciosas. Y es en este punto en el que a su mente llega la prueba reina, que muchos quieren hacer, al menos, una vez en la vida.
El aumento de corredores populares en todo el mundo, Europa es un caso paradigmático, también conlleva un mayor seguimiento de las pruebas de competencia, protagonizadas por profesionales. No hace tanto, su público era minoritario; pero, hoy, están aumentando las audiencias en citas de calado internacional, como la Maratón olímpica. De hecho, diversos portales especializados en apuestas en eventos deportivos ya cubren algunas de estas pruebas; un indicador más de que el número de aficionados también va en aumento.
Claro, que el auge de corredores es algo global. Entonces, ¿cómo se explica, específicamente, el éxito de la Maratón de Santiago? En primer lugar, fue una de las pioneras de la era moderna, ya que se viene celebrando (aunque sus orígenes se remontan a principios del siglo XX) desde 1990. Y dos años más tarde ya pasó a ser reconocida como Maratón internacional, ya que se afilió a la AIMS (Association of International Marathons and Distance Races). Un perfil de reconocimiento que ayuda a explicar que cada año cuente con marcas de primer nivel como patrocinadoras.
También el recorrido mantiene su encanto. El punto de partida (y de llegada) se sitúa en La Alameda, desde donde se inicia la carrera por las icónicas calles de la ciudad, cerradas al tráfico para que el participante pueda disfrutar de su pasión y de la urbe como no tiene oportunidad habitualmente, por avenidas como la de Manuel Antonio Matta o la de Grecia; incluso rodeando el Parque O’Higgins.
Y todo ello compartiendo las calles con algunos de los corredores más destacados de esta disciplina, que pueden puntuar en esta prueba, al estar certificada por la Federación de Atletismo. De hecho, la presencia de atletas internacionales va en aumento, con participantes argentinos, brasileños y provenientes de otros tantos lugares. Toda una fiesta del running, que también tiene en cuenta la inclusión, para que todos y todas puedan disfrutar de este evento. Y la sustentabilidad, siendo una carrera Carbono Natural, con promoción del deporte responsable.
Además, el evento Expo & Maratón, promovido por la organización, ya se ha convertido en una cita de referencia en este deporte, con productos y servicios de las empresas del sector, que conectan con los miles de aficionados. En un país en el que la actividad deportiva cada vez tiene más relevancia, la Maratón de Santiago lleva años, como no podía ser de otra forma, cosechando una gran popularidad, tanto nacional como internacional.
