Según el sitio www.transferencias.cl en la primera quincena de marzo del año pasado las rutinas de traslado del fiscal regional Héctor Barros funcionaban casi como reloj suizo. Todos los días a las 7 de la mañana lo pasaba a buscar el vehículo institucional del Ministerio Público. Dependiendo de cómo había sido su jornada, retornaba a casa entre las 8pm y 9.30pm.
De acuerdo a lo informado por el medio, el lunes 16 de marzo la rutina casi marcial tuvo un pequeño cambio. El conductor Gonzalo Castro lo pasó a buscar a las 8.30 de la mañana y lo condujo de regreso a su casa a las 6.30pm.
Y a partir del martes 17 de marzo el jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, una de las más grandes del país, ya no volvió a usar el auto en lo que restaba del mes. Es más, hasta agosto el fiscal Barros sólo utilizó en tres ocasiones más vehículo y chofer oficiales: dos días en abril y un día en julio.
Esta es la información que se desprende de la bitácora oficial del vehículo patente DXYF-36 al que INTERFERENCIA tuvo acceso.
Tanto el conductor como el auto, un Subarú Legacy del año 2012, no fueron utilizados durante ese período por otros miembros de la fiscalía.
Varias fuentes al interior de esa repartición, así como abogados en causas que investiga Barros, aseguran que en distintas ocasiones se les dijo que el fiscal no podría atenderlos de manera personal por encontrarse “fuera de Santiago”.
La razón de por qué el fiscal Barros dejó de usar el auto institucional podría generar un serio problema para el ministerio público. Entre mediados de marzo hasta al menos inicios de agosto Barros se encontraba en su segunda vivienda, ubicada en el balneario de Los Vilos, desde donde continuó sus labores vía telemática.
Varias fuentes al interior de esa repartición, así como abogados en causas que investiga Barros, aseguran que en distintas ocasiones se les dijo que el fiscal no podría atenderlos de manera personal por encontrarse “fuera de Santiago”.
Durante esos primeros meses de la pandemia la opinión pública estaba atenta a transgresiones de cuarentenas y violaciones sanitarias. Cabe recordar casos como el de los hombres de negocios que se trasladaron en helicóptero a sus residencias en Zapallar, entre varios otros (ver este caso revelado por INTERFERENCIA)
Ahora, todo indica que este alto funcionario del Ministerio Público cayó en la misma violación de cuarentena. Según supo nuestro medio, en privado el fiscal Barros habría comentado a funcionarios de esa fiscalía que se trasladó esos meses a Los Vilos por un tema de salud de su esposa. Hasta dónde ha podido averiguar nuestro medio, Barros habría sido el único fiscal de esa repartición que trabajó desde una segunda residencia fuera de Santiago durante el invierno pasado.
En tres ocasiones, Barros retornó esos meses a la capital para realizar diligencias oficiales. El jueves 9 de abril y el jueves 16 de abril el fiscal regional utilizó el vehículo institucional entre las 8.30 de la mañana hasta las seis de la tarde. Dos meses y medio después, el jueves 2 de julio lo volvió a utilizar entre las 8.30 y las siete de la tarde.
Según fuentes al interior de la fiscalía, a principios de julio Barros retornó a Santiago y trabajó -como el resto de los funcionarios- desde vía remota en su residencia en la capital.
De acuerdo a los antecedentes que INTERFERENCIA tiene a la vista, el fiscal no comunicó que trabajaría desde Los Vilos, tratando de ocultar la posible transgresión.
Entre las causas que investiga el fiscal Barros se encuentran, irónicamente, casos de violación y transgresión de cuarentenas
Aclaración de la Fiscalía
Por su parte, la Fiscalía Regional Metroolitana Sur, a través de un comunicado, aclaró la situación.